Con la finalidad de fomentar en las nuevas generaciones las tradiciones mexicanas, la Subsecretaría de Educación en la Región Laguna realizó un certamen de altares de muertos, en el que participaron once escuelas secundarias.
Incluso, niveles de preescolar y primaria fueron parte del tradicional desfile de catrinas que tuvo verificativo en el domo del Parque Victoria, el cual fue presidido por el subsecretario Cuitláhuac Valdés.
Los tres primeros lugares serán premiados con un viaje a la cuidad de Durango para visitar el museo Bebeleche y las Villas del Oeste en San Vicente de Chupaderos.
El tercer lugar fue para la Escuela Secundaria General Bicentenario de la Independencia de Gómez Palacio; el segundo lugar lo obtuvo la Escuela General Francisco Zarco del ejido Arturo Martínez Adame, y el primer lugar lo obtuvo Escuela Secundaria General Rafael Ramírez, de Lerdo Durango.
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En su discurso, el subsecretario de Educación explicó que esta tradición viene de muchos años atrás, cuando los indígenas pensaban que el alma de los muertos viajaba hacia otro lado y los sepultaban con alguna pertenencia, luego de la conquista española, la celebración a la muerte se mestiza y de acuerdo al calendario católico el 1 de noviembre se festeja a los santos, es decir, a los bebés que murieron al nacer, y el 2 de noviembre a los fieles difuntos.
Los altares de muertos al igual que las ofendas que se colocan en el mismo, son una muestra de cariño hacia los seres que partieron de este mundo, la representación de cada altar varía según las creencias religiosas de quienes lo construyen, sin embargo, elementos como papel picado, retratos, flores de cempasúchil, incienso, veladoras, agua, comida y sal, son parte fundamental de un altar.