Tras ser cuestionado, el tesorero de Lerdo Efraín Acosta Sosa estimó que la presente administración municipal dejará una deuda por 12 millones y medio de pesos de capital, más los 120 mil pesos mensuales de intereses, pasivo que se contrajo con Banobras desde el año 2008.
En cuanto a los ingresos, dijo que captarán el 70 por ciento de lo proyectado para este 2019, en virtud de que les corresponden ocho meses por el cambio de administración.
En ese sentido aseveró que los pagos por el Festival Lerdantino ya se hicieron, de los que el Ayuntamiento aportó 8 millones de pesos y el Gobierno estatal cuatro millones y medio.
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Enseguida recordó que la próxima administración municipal tendrá un presupuesto de dos millones de pesos para el pago de liquidaciones a los ex-trabajadores municipales que fueron despedidos hace 10 años y que presentaron y ganaron demandas laborales.
Sobre el adeudo de SAPAL por 315 millones de pesos que reclama la concesionaria de la Planta Tratadora de Aguas Residuales, más los pendientes que tiene con la Comisión Federal de Electricidad e Infonavit, entre otros, dijo que son responsabilidad de la paramunicipal y no están ligados ni vinculados a la Presidencia ni afectan la llegada de sus participaciones federales.
Además resaltó que el actual ayuntamiento que encabeza la alcaldesa María Luisa González Achem no recurrió a un préstamo para solventar la carga de deuda históricas heredadas, sino con un programa de austeridad y cuidadoso se sacaron adelante las finanzas.