Lerdo, Durango. - Carlos Augusto Garza Torres, de 39 años de edad y católico de nacimiento, quien es la persona que dio vida a Jesucristo en la edición 32 del Viacrucis de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Lerdo, dijo realizar con mucha pasión la representación de Cristo en lo fue su acto más grande de amor hacia la humanidad, mencionando que esta es la tercera ocasión que tiene la experiencia de hacer el papel protagonista.
“Soy católico de toda la vida y el tener la oportunidad de participar y representar a Jesús en lo que ha sido el mayor acto de amor hacia la humanidad es un gran orgullo, Jesús es mi mayor motivación y a través de esto le regreso un poquito de lo mucho que me ha dado”, expresó.
Carlos Augusto, quien se dedica al negocio de la comida desde hace tiempo, destacó además que tiene otro motivo para estar siempre cerca de Cristo y este es su hijo Marcelo, a quien cría solo y quiere darle el mejor de los ejemplos.
“Mi hijo es mi principal motor en esta vida, soy papá soltero y quiero que tenga siempre a Jesús en su corazón y qué mejor ejemplo a través de la representación que hago de él en el Viacrucis”, refirió.
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Igualmente quiere que la gente sepa la situación que le tocó vivir al hijo de Dios, lo que hizo por todos nosotros y el grande amor que siempre demostró hacia el mundo.
En cuanto a la preparación que se requiere para personificar a Cristo, Garza Torres dijo que no es nada fácil, pues físicamente tiene que estar en perfectas condiciones para soportar el trayecto, los azotes, el peso de la cruz, etc.
“Me preparo desde que inicia el año, desde el primero de enero le metemos duro a todo lo físico, es muy cansado el llevar la cruz por un largo recorrido, sin embargo, no se asemeja en nada a lo que Jesús vivió realmente, así que no lo veo como sacrificio, sino como algo gratificante”, apuntó.
Por último, Carlos dio un mensaje a los creyentes con el que recomienda siempre refugiarse en Jesucristo, pues “es el amigo que nunca falla”.