Comarca Lagunera.- Todo se vale hoy. Hay que combinar el rezo y la devoción para después, en señal de agradecimiento, saborear el rico asado rojo, combinado con tres o cuatro sopas; esas que se traducen en el más rico platillo, tras ser cocinadas con leña y qué decir del pan y el champurrado hecho en casa, el complemento para pagar la manda por favores recibidos.
Hay que dejar la dieta por un momento porque se celebra el Día de San Judas Tadeo y obvio que por doquier habrá comelitón, reliquia, esa que se obsequia a los vecinos, porque alguien encontró trabajo, logró comprar una casa o simplemente sanó.
Este santo era primo de Jesús de Nazharet, con quien junto vivió la adolescencia, predicando en Judea, Mesopotamia y Persia.
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Se le llamó Tadeo para diferenciarlo de Judas Iscariote, el apóstol que entregó a Cristo dándole un beso a cambio de 30 monedas para después ahorcarse, de acuerdo a la historia narrada en las escrituras.
El patrón de los casos imposibles, es el más arraigado de la religión católica y se le recuerda este 28 de octubre, porque fue precisamente el día en que murió decapitado con una hacha, en manos de dos sacerdotes paganos, por su valentía para proclamar su fe.
Hay danzas en todo México, y la Laguna no es la excepción, porque el Santo de las causas difíciles e imposibles, es parte de la cultura popular mexicana, además de que su fervor se acrecenta cada vez más y cierto es que, será venerado por cientos de años más, por el apoyo decidido que le da la religión católica.
Judas, es una palabra hebrea, que significa alabanzas sean dadas a Dios y Tadeo, valentía para fomentar la fe, además que es representado con una llama en la cabeza, para recordar que recibió el fuego del espíritu santo y con un medallón con el rostro de Jesús.
México es el segundo país, con más católicos en el mundo; tiene 111 millones por 172.3 millones que tiene Brasil, el primer lugar con creyentes de este tipo, de acuerdo a cifras del Vaticano.
En el mundo hay 717.9 millones de católicos, lo que representa el 55.9 por ciento.
Los matachines se visten de verdes, blanco u rojo, aunque el color no importa, porque es momento de rendirle pleitesía al Patrón de los casos desesperados... Señor, rogad por mí que soy tan miserable...