Si bien aún falta que se tomen decisiones definitivas al respecto, es muy probable que en Coahuila el regreso a las aulas, con clases presenciales, se dé con el inicio del nuevo ciclo lectivo 2020-2021, pero en todo caso bajo modalidades que favorezcan la prevención a favor de la salud de la población escolar, como la que contempla que los alumnos acudan en días y horarios distintos para evitar aglomeraciones en sus salones, que de esta manera funcionarían con un cupo limitado. En contraparte, otra posibilidad es la de continuar con la instrucción a distancia, como ocurrió desde marzo y hasta el reciente cierre de cursos.

El comportamiento en la incidencia de contagios de Covid-19 y el nivel de ocupación que se observe en los hospitales en las áreas destinadas a la atención de pacientes afectados por la infección, será aspectos fundamentales a evaluar en el análisis en el que ya trabajan las autoridades competentes a fin de tomar de manera responsable la mejor opción, de acuerdo con lo informado este viernes por el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, quien ha dicho que lo que finalmente se decida habrá de hacerse público con toda oportunidad, andes del 10 de agosto.

En ese sentido, se ha mencionado que actualmente hay un margen positivo en lo que a capacidad hospitalaria se refiere, ya que en las llamadas Áreas Covid-19 de los centros médicos públicos y privados de Coahuila están disponibles nada menos que el 52 por ciento de las camas y alrededor del 20 por ciento de sus ventiladores.

El mandatario estatal también se ha referido a la posibilidad de que, si es factible, el retorno a las aulas se dé de manera escalonada para que sean los alumnos de nivel superior, luego los del medio superior y al final los de los planteles de enseñanza básica los que se integren a las clases presenciales.

PROTOCOLOS

De cualquier manera, queda claro que desde el nuevo ciclo escolar la comunidad estudiantil tendrá que sujetarse a una nueva realidad ante la necesidad de protegerse contra los riesgos inherentes al Covid-19, para lo cual las autoridades sanitarias han delineado una serie de protocolos específicos que la Secretaría de Educación en Coahuila ya ha comenzado a promover para su conocimiento por parte de los directivos y docentes de cada centro educativo, y que llegado el momento deberán contar con todo el respaldo de los padres de familia.

Al respecto, Flor Estela Rentería Medina, Coordinadora de Servicios Educativos en la Región Laguna, dijo tener en claro que, sólo si el comportamiento de la pandemia lo permite habría clases presenciales a partir de agosto, para lo cual se instrumentarán y aplicarán protocolos bajo la coordinación de comités escolares de salud que tendrán que conformarse para el efecto en cada plantel.

Explicó que a través de dichos comités se conjuntarían esfuerzos para procurar que los filtros de prevención y detección oportuna de riesgos de contagios se den desde el hogar, donde los padres de familia deben actuar con responsabilidad para enviar a sus hijos a clases sólo si no presentan ningún indicio de enfermedad, en el entendido de que además al momento de ingresar a la escuela también serán evaluados al respecto. Además, se deberá garantizar un abasto permanente y suficiente de agua, jabón y gel antibacterial.

Por lo que respecta a las modalidades de clases, si es que se autoriza que sean presenciales, Rentería Medina comentó que se tiene previsto que cada aula no sea ocupada al mismo tiempo por más de 15 alumnos, para lo cual se deberá aplicar una programación de clases por turnos, con días y horarios distintos para cada grupo reducido de estudiantes.

También, debe tomarse en cuenta que mientras persistan los riesgos relacionados con la pandemia, no podrán realizarse en las escuelas ningún tipo de evento masivo, ni siquiera los acostumbrados actos cívicos semanales.

Datos:

• De reanudarse las clases presenciales, cada aula no podrá ser ocupada por más de 15 alumnos
• En cada plante, un comités escolares de salud coordinará los protocolos necesarios
• Las clases presenciales se suspendieron en Coahuila desde mediados de marzo.