Se espera que tentativamente este martes concluya el detallado análisis que realiza el Gobierno de Coahuila para poder tomar una decisión definitiva ante la posibilidad de adherirse o no al programa de trabajo del nuevo Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), asunto en el que quedan aún algunas dudas qué aclarar con las autoridades competentes del gobierno federal.
Al respecto, el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, manifestó que se trata de un asunto muy complejo por el cambio radical de lo que en servicios se cubría con el Seguro Popular y de lo que ahora se pretende atender con el nuevo instituto, sin embargo “todos los cambios deben ser para bien, deben ser estudiados y tener una proyección exacta de lo que va a suceder”.
En ese sentido advirtió que lo que pretende el gobierno a su cargo es que el cambio no afecte ni la infraestructura con la que se cuenta, la capacidad y mucho menos la atención a los derechohabientes en Coahuila en los hospitales del orden estatal, ya que los usuarios “no van a voltear a ver a la federación, sino van a voltear a ver al estado cuando algo falle o cuando algo falte; Entonces eso es lo que preocupa, ver de qué realmente se van a hacer cargo”.
De acuerdo con el gobernador, el sistema de salud en el país está un tanto enredado, ya que no todos tienen las mismas condiciones, y es que incluso hubo entidades que tomaron el sistema federal hace tiempo con todo y los trabajadores sindicalizados y haciéndose cargo de algunos hospitales.
Con el programa federal, en el caso de Coahuila, el gobierno debe poner alrededor de 300 millones de pesos al año, esto adicionalmente a los casi mil millones de pesos que cuesta sostener el sistema de salud, y “el estado no está para cubrirlo, cada año va aumentando de acuerdo a la inflación y a las prestaciones laborales, y sobre todo con la necesidad de tener personal en algunas clínicas rurales y partes alejadas de los centros regionales”.
Riquelme Solís considera que es probable que en el transcurso de este lunes o mañana martes se tome una decisión para que Coahuila se adhiera o no al programa federal, tema en el cual todo depende de que se puedan aclarar con datos concretos algunas dudas e inquietudes.
Desafortunadamente, agrega, pareciera ver que hasta ahora ni las mismas autoridades federales tienen bien clara la situación acerca de cómo operará el INSABI al interior del país, esto por la particularidad de las entidades, pues en cada una las circunstancias son distintas.
Por lo que respecta a Coahuila, tiene sus propias condiciones, y se advierte el asunto un tanto complejo, por la situación que mantiene el Estado sobre todo del pago del servicio de la deuda, con lo que “no estamos en capacidad de poder hacer frente nosotros mismos a algo que pudiera dejar la federación con cargo a la entidad federativa”.