Es lamentable lo que pasa en Durango tras heredar el gobernador saliente (José Rosas Aispuro Torres) una deuda millonaria a su predecesor (Esteban Villegas), quien sin duda habrá de operar bajo la incertidumbre y la zozobra financiera, agregó Alberto Abdo Prieto, presidente de la Unión de Comerciantes de Gómez Palacio.
Dijo que esto no debe terminar sólo con el alto endeudamiento, sino que se debe analizar cómo rescatar ese dinero, puesto que el panorama de ingresos en el estado luce complicado, "pues hay que recordar que se debe agregar además el pago de la tasa de interés que se genera cada año por los préstamos solicitados a varias instituciones bancarias que representan 8 mil 106.1 millones de pesos de los 15 mil 776.8 millones de pesos solicitados durante los seis años".
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De acuerdo a datos de analistas financieros, abundó, la administración 2016-2022 deja una mega deuda que asciende a 16 mil 607 millones de pesos que para poder liquidarla, sería necesario usar el 45% de todos los ingresos del gobierno del estado de Durango.
"Creo que se debe llamar a cuentas al equipo de la anterior administración gubernamental, porque de acuerdo a la Ley de Disciplina Financiera, la deuda pública que se contrate debe ser para la inversión pública, de la que se careció totalmente en Durango y sus municipios", subrayó.
Entre las instituciones bancarias, la administración 2016-2022, solicitó préstamos a cinco, como son Bancomer, Bansi, Banorte, Santander y Banobras, las cuales son las que habrán de cobrar las tasas de interés con un alto costo a los duranguenses, expresó.
Debe haber denuncias y encontrar culpables, aunque no sirve sólo meterlos a la cárcel, sino exigir que se regrese lo que se malversó, aseguró Abdo Prieto.
Indicó que también se debe pedir cuentas a los diputados que conformaron el anterior congreso para conocer bajo qué condiciones se adquirieron esos préstamos y observar si a la vez no hubo falsificaciones de firmas.