Coahuila. - Ante la insistencia de la población y la ocupación en hospitales públicos y privados que atienden la pandemia, clínicas particulares de Saltillo empezaron a colgar mantas en sus entradas para avisar que no atienden a pacientes infectados de COVID-19 por la falta de infraestructura para auxiliarlos, así como evitar contagios.
La clínica Santa Teresa, ubicada en el Centro Histórico, y el hospital La Rosita, en avenida Universidad, colocaron afuera de sus edificios letreros donde advierten no ser un Hospital COVID-19, pues la apertura de salas dedicadas a su atención en otras clínicas privadas, ha llevado a pacientes contagiados hasta su puerta a solicitar la atención médica.
“Vienen a preguntar si hay posibilidad de atenderlos y cuánto cuesta, pero no se puede porque no hay un área específica como en otros hospitales para aislarlos y atenderlos”, expresó personal administrativo de la clínica Santa Teresa. Según información de empleados de estas instituciones privadas, la mayoría de sus servicios son procedimientos de cirugía y consultas con especialistas, incluso, clínicas dedicadas a brindar atención de maternidad, por lo que sus edificios no fueron reconvertidos.
Guillermo Cázares Haro, director del Hospital La Rosita, señaló que, además, la negativa de atender a pacientes contagiados es para evitar el riesgo inminente de infectar todo un equipo de cirugía o quirófano.