Torreón, Coahuila.- El director del Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Torreón, Rafael Mora Garza, dijo que el virus del cristal sigue sacudiendo a la Comarca Lagunera al grado de que los centros de rehabilitación para las adicciones ya están totalmente llenos o saturados de pacientes en un 70 por ciento, relacionados con el consumo del “foco”, “crico” o “cristal”.
Un tema por demás complicado es el crecimiento desmedido que ha tenido la droga conocida como “cristal”, la cual se ha convertido de fácil acceso para los jóvenes, a quienes le está ganando la partida, y una muestra son los cientos de casos que llenan hoy en día los centros de rehabilitación contra las adicciones.
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El fenómeno del cristal en los últimos años se ha convertido en un problema de salud importante, desafortunadamente no es exclusivo de la región, sino que es una droga que ha invadido todo el territorio nacional, cuando esta sustancia hace apenas seis o siete años estaba muy focalizada en una región, que era la zona del Pacifico y de pronto se desbordo a las demás entidades, a tal grado de que ya se padece en todos los municipios de La Laguna.
Mora Garza expresó que esta droga está impactando a todos. El cristal es catalogada como la droga de las metanfetaminas más violenta, es una droga de elaboración casera con base en químicos y la cual se considera como estimulante del sistema nervioso, provocando cambios drásticos en las personas.
“Muchos padres de familia ya no saben qué hacer, pues si bien el cristal se ha convertido en la droga más chismosa por sus efectos y cambios a la personalidad y físico de alguien, lo cierto es que esta droga está acabando con la vida de los jóvenes”, dijo.
“Quien está consumiendo el cristal a los dos primeros meses refleja cambios, ya su cuerpo empieza a manifestar cambios. Por ejemplo, uno de los primeros es la pérdida del apetito, y obvio esa persona empieza a enflacar de manera inmediata; es una droga que trastoca todo el ciclo del sueño, hay quienes duran hasta cinco días consecutivos despiertos, además de los severos daños a la dentadura”, recalcó en “La Entrevista” de El Sol de La Laguna, el director del centro de integración juvenil en Torreón.
“Los padres de familia deben estar alertas a todas estas señales, a los cambios del carácter de sus hijos, las alteraciones, violencia, pérdida de peso y sobre todo de sueño”.
Lo más preocupante para las autoridades es que ya los sitios dedicados al tratamiento y cuidado de este tipo de personas adictas a sustancias distintas están llenos, saturados, no caben más y en gran medida por el cristal.