El dialogo entre padre e hijos, factor que pude detener el acoso escolar

“El regreso a clases puede iniciar con una buena relación con los hijos”

Juan Manuel Contreras / El Sol de La Laguna

  · sábado 24 de agosto de 2024

Berenice de la Peña Aguilar. / Foto: Juan Manuel Contreras | El Sol de La Laguna

El constante diálogo con los hijos es la herramienta más útil para que padres de familia detecten casos de bullying ahora durante el próximo ciclo escolar 2024-2025, que arranca este lunes y con el que regresan a clases casi 644 mil alumnos de nivel básico, con 38 mil maestros en más de 4 mil 400 planteles.

Lo anterior lo destacó la psicóloga y terapeuta familiar, Berenice de la Peña Aguilar, quien subrayó que está por iniciar un ciclo escolar diferente, con la oportunidad de empezar con pie derecho en la relación con nuestras hijas e hijos.

Habló de la importancia de generar la confianza con ellos, así como el espacio adecuado para tener un diálogo frecuente, con una escucha activa, en donde las niñas, niños y adolescentes puedan expresar cómo se sienten y cómo les va a en la escuela.

“De esa manera, ellos van adquiriendo mayor seguridad y esto repercute en su autoestima, pero también nos da la facilidad para detectar los cambios de conducta, en dado caso de que nuestra hija o hijo esté presentando una situación en la que hay que brindarle nuestro apoyo necesario”, añadió.

Remarcó que el bullying en niños y adolescentes, que se da cuando una persona sufre de algún tipo de acoso, burla o mal trato por parte de otra, puede desencadenar depresión, bajo rendimiento escolar y, en casos extremos, intenciones suicidas de quienes lo viven.

“La típica pregunta de ‘¿Cómo te fue en la escuela?’ Ya tiene que quedar atrás, podemos preguntar cómo está la relación con sus compañeros, qué aprenden en el salón de clases, con quién comparte el lonche, para así poder ir conociendo su entorno”, señaló.

Rasgos como el repentino aislamiento, falta de apetito o ingesta desmedida de alimentos, así como desánimo o irritabilidad ante la idea de ir a la escuela, son algunas de las señales de alarma que podrían representar que los educandos sufren de algún tipo de bullying.

“Cuando empezamos a notar qué comen más, qué comen menos, qué hay un cambio de conducta que es cotidiano en nuestras hijas o hijos, obviamente debemos tener esa intervención”, puntualizó.