Saltillo, Coahuila. - La cultura de usar y desechar plásticos está destruyendo al planeta, pero eso no es nuevo. Desde hace años se intenta hacer conciencia de que estos productos, en sus numerosas presentaciones, causan un daño irreparable en el ecosistema; por lo que actualmente se han modificado leyes que moderen el uso y la adquisición de éstos.
Tan solo en el 2019 en México se consumieron 7.7 millones de toneladas de plástico en diferentes presentaciones y de acuerdo con Mónica Conde, directora general de la empresa Ambiente Plástico, se estima que durante el 2020 esta cifra creció en un tres por ciento debido a la pandemia del Covid-19.
Para diferentes ambientalistas esta cifra es alarmante, pese a que México es uno de los países líderes en reciclaje ya que se utiliza el 30 por ciento de los desechos.
Sin embargo, el costo del material reciclado es elevado debido a que los desperdicios que llegan a las plantas recicladoras están muy contaminados por el mal manejo de los residuos, lo que disminuye el consumo de materiales reutilizables.
En el caso de Coahuila, desde septiembre del año pasado se modificaron dos leyes para el uso y el manejo de los productos plásticos, sobre todo las bolsas y popotes, que en su mayoría no se contemplan al momento de reciclar.
Estas fueron la ley general de equilibrio ecológico y la ley de material de residuos, las cuales limitan el uso de objetos de plástico y promueven el uso de materiales reutilizables.
A diferencia de la Ciudad de México, en donde ya se ha limitado el uso de varios objetos de plástico, estas leyes en un principio se limitan a prohibir el uso de bolsas de plástico y popotes, impidiendo que las cadenas de súper mercado y las tiendas de conveniencia las entreguen, o bien que le generen un costo al usuario, con el fin de evitar que las consuma y utilice otros productos.
De acuerdo con la secretaria del Medio Ambiente en el Estado, Eglantina Canales, estas leyes van encaminadas a que la ciudadanía no utilice productos innecesarios y sea más consciente al momento de generar deshechos.
Dijo que desde hace varios años se está trabajando con este problema, creando estrategias educativas. Además, de trabajar en conjunto con las cámaras de comercio y con la industria restaurantera, para no utilizar ni popotes ni bolsa de plástico, por lo que se ha ido avanzando en el área cultural.
Sin embargo, agregó que durante la pandemia se perdió gran parte de este avance cultural debido al alto consumo de materiales médicos, como caretas y cubre bocas, aunado a la alta demanda de venda de comida a domicilio, sobre todo los meses de marzo a julio.
No obstante, considera que, pese a que el paso es lento con la reforma a estas leyes, y otras que se harán durante los próximos meses, sobre todo en el manejo de residuos, para el segundo semestre de este año se vea un avance respeto al uso de estos productos.