Hace unos días comenzaron a instalar rejas tipo malla en el puente peatonal que se ubica sobre los patios de Ferromex y que cruza las colonias Valle Dorado y Braulio Fernández Aguirre; el objetivo, evitar el paso de los migrantes.
Y es que el personal de Ferromex argumenta de manera extraoficial, que es un riesgo muy alto el que corren estás personas cuando suben a los vagones del tren y se ha comprobado con la gran cantidad de accidentes que han sufrido al caer o intentar subir, por lo que era necesario tomar medidas para evitarlo.
Sin más detalles sobre las acciones que se están tomando en esta zona donde desde hace meses arriban miles de migrantes procedentes de diferentes países como Honduras, Venezuela, Guatemala y Colombia, principalmente, la empresa de ferrocarriles en Torreón mantiene además una extrema vigilancia durante las 24 horas en las inmediaciones.
Además, los vecinos del lugar aseguran que al encontrar migrantes tratando de cruzar el puente, las autoridades evitan el paso, aunque no empleando la fuerza y mientras no se introduzcan para subir a los trenes, no toman acciones en contra, pero si llevaron incluso binomios caninos y gran cantidad de elementos armados.
Vigilando la zona y el acceso principal de los patios se Ferromex se encuentran elementos de la Guardía Nacional, la Fiscalía General del Estado, Policía Civl y Seguridad Pública Municipal.
En el puente se colocó a la vista una lona amarilla dónde advierte a los migrantes que eviten subir al tren, ya que los vagones están diseñados para transportar carga y no personas y llaman a la conciencia para no arriesgar su vida y la de su familia.
Pero entre las familias migrantes que se han quedado varadas desde el pasado fin de semana, prevalece la angustia y desesperación. Algunos se quedaron mientras algún otro miembro de la familia pudo subir a un vagón y otros más prefirieron quedarse todos, sobre todo por el bien de los más pequeños.
Una de las familias, procedente de Venezuela, se quedaron desde el domingo sin poder subir al tren; tienen mes y medio viajando cómo pueden desde su país para tratar de llegar a Estados Unidos. Pero en esta ocasión están desesperados porque no saben cómo saldrán de Torreón.
"No nos dan ya oportunidad de irnos en el tren, tienen aquí vigilado día y noche, si tratamos de cruzar el puente para intentar subir del otro lado, de inmediato se van los policías y no nos dejan. Nos han tratado bien, no nos hacen nada pero no nos van a dejar pasar, si tratamos de ir del otro lado del puente, nos corretean. Tampoco nos dejan comprar pasajes de autobús, no nos quieren vender, ya lo intentamos", comentaron.
Pretendían viajar en autobús a Monterrey o Ciudad Juárez pero no les fue permitido y ahora continúan en una vivienda que les.brinda asistencia, frente al panteón Jardines del Carmen de la colonia Braulio Fernández Aguirre.
"Quisiéramos en verdad que nos ayudaran de alguna manera, no sabemos qué hacer ni cómo irnos; regresar a Venezuela además de que sería muy complicado no es opción tampoco, allá la situación está muy fea y además, ya tenemos familiares que se fueron a la frontera para cruzar al otro lado", agregó el joven matrimonio migrante.
Habitantes del sector detallaron que los trabajos para la instalación de las rejas tipo malla de acero que se colocaron en el puente duraron aproximadamente unos 3 o 4 días y que desde el sábado 23 o domingo 24 comenzaron.
"Ya muchos pasamos una Nochebuena triste y desolada; en mi caso me quedé solo porque ya no pude pasar mientas mi mujer y mis hijos se fueron con mi cuñado y además, me robaron mi celular y no tengo manera de comunicarme con ellos para saber si ya llegaron o están bien; no tengo dinero y he tenido que hacer cualquier cosa ayudarle a la gente a barrer a cualquier cosa con tal de que me paguen algo para sobrevivir mientras veo si me puedo ir ", comentó otro hermano de Guatemala.
Algunos están pernoctando en una casa que les brinda techo y baño, mientras reciben apoyo para alimentarse en el Centro Comunitario Santiago Apóstol, dónde también les entregan ropa y calzado. Ya no tienen recursos y es complicado mantenerse en la ciudad bajo estas circunstancias.
Otros todavía se encuentran en las calles de Torreón y temen que al encontralos en esta situación, puedan ser detenidos o tener problemas con las autoridades migratorias, por lo que sólo piden con desesperación, continuar su viaje para poder llegar al destino deseado por el bien de sus familias.