Torreón, Coahuila.- Durante los últimos días se ha registrado la muerte de dos menores de edad de manera trágica al interior de sus domicilios.
Uno de ellos se trata de un niño de cuatro años de Torreón quien recibió un balazo en la cabeza y el otro caso obedece a una niña de dos años por ingerir hidrocarburo en Gómez Palacio.
Roberto Romero Rivera, técnico en urgencias médicas de la Cruz Roja de Torreón, dijo que la principal recomendación para los padres de familia es capacitarse en primeros auxilios, a fin de que cuenten con los conocimientos necesarios para estabilizar a los menores en situaciones de riesgo, en lo que llega la ambulancia y los trasladan a un hospital.
“El primer respondiente es la pauta para poder brindar una evolución positiva para ese tipo de pacientes y más cuando son niños pequeños”.
También aconsejó apostarle a la prevención, alejando todas las sustancias corrosivas y dañinas que puedan perjudicar en la salud y el bienestar.
“Colocarlas en las partes más altas de la alacena y de la cocina o bien guardadas con llave o candado”.
No obstante, sin precisar cifras, señaló que desde que los infantes pasan más tiempo en casa, debido a la pandemia del Covid-19, los accidentes han tenido un ligero incremento.
“Esto sucedía cuando estaban de vacaciones, pues las llamadas de emergencia aumentaban. Pero ahora, con esto de la cuarentena, los niños todos los días se están accidentando”.
En ese contexto, acotó que el 30 por ciento de los servicios de emergencia que se ofrecen en la benemérita institución están relacionados con niños y niñas.
Romero Rivera acotó que la Cruz Roja de Torreón está en toda la disposición de ofrecer talleres y cursos de prevención y primeros auxilios, ya sea en línea o mediante visitas domiciliarias.
“Más vale una persona que sabe cómo salvar una vida, a la que solo quiere ayudar”.
De acuerdo con César Ariel Tapia, director médico, en promedio, mil 450 emergencias al mes se contabilizan y atienden al mes.
Numeralia:
- Mil 450 emergencias atiende la Cruz Roja al mes.
Dato:
- El 30% de llamadas de auxilio corresponden a niños.