Brasil.- En agosto de 2013, una mujer de 62 años de edad fue reportada como desparecida por las autoridades de Ubatuba en la costa norte de Sao Paulo.
Tras años de investigación y sin dar con la mujer, se suspendió la búsqueda por parte de las autoridades pero el caso siguió abierto y sin resolver.
Por otra parte, en el 2016 un matrimonio con dos hijos se mudó a la ciudad de Ubatuba, donde buscaron una casa de alquiler para los cuatro miembros, después de haber vivido en un departamento y otra casa, las cuales no les daba la comodidad que buscaban.
La pareja dio con la casa de la mujer desaparecida en el 2013, misma que fue alquilada por ellos, a pesar de que el agente inmobiliario les contó sobre la desaparición de la dueña cuando estos visitaron la casa.
Ellos vieron en la vivienda un espacio amplio y acogedor en donde convivir como familia, así como lo económico que era el alquiler.
Aunque al principio se resistieron a la oferta, la familia accedió a rentar la casa de la mujer de 62 años, misma que al inicio creyeron que estaba viva y estaba en algún rincón del lugar.
Fue hasta agosto del 2018 cuando los cuatro integrantes de la familia, una esposa, un esposo, una hija y un hijo, se mudaron a la casa grande.
No obstante, y ante los primeros meses de conocer la historia que tenía la vivienda, la familia junto con sus hijos bromeaban sobre la situación, misma donde señalaban que la dueña de la propiedad seguía en su casa.
Sin embargo, y después de un par de años, el padre y el hijo encontraron un pedazo de tela en la parte del jardín. Ambos estaban trabajando en la zona verde cuando, entre la curiosidad, comenzaron a cavar y encontraron huesos.
Se trataba de la dueña de la propiedad, caso que volvió a reabrirse tras la hazaña por parte de la familia, quienes se aterrorizaron por el hallazgo del cadáver.
Durante las indagaciones, se supo que la casa quedó bajo cargo del hermano de la dueña, sin embargo, más tarde, la casa quedaría abandonada y posteriormente, alquilada por un agente inmobiliario. Asimismo, se señaló que la casa ya había sido alquilada por una familia antes.
Al inicio de su estancia por la casa, la última familia vio detalles que pasaron desapercibidos cuando ingresaron en el domicilio, tal como la húmedad dentro de los pasillos así como la sombra en las habitaciones.
El padre de familia enseguida señaló que esto era ocasionado por las plantas que había en el jardín, pues luego de años de estar en la casa, las plantas eran grandes que llegaban hasta el techo.
Fue durante dos años que tanto el padre como el hijo fueron sacando las hiervas y plantas que molestaban tanto a la familia, por lo que un día decidieron subir hasta el techo a quitar las plantas grandes.
Poco a poco llegaron a limpiar el jardín, dejándolo sin hiervas para después ponerle césped. Fue hasta el 13 de enero del este año, cuando el hijo comenzó a preparar la tierra para poner el césped, cuando vio un pedazo de tela entre la tierra.
Ambos comenzaron a mover y a sacar el pedazo de tela viejo, mientras creían que habían algún animal en el jardín, sin embargo, habían descubierto los restos fósiles de la dueña de la casa.
Tras el horror que vivió la familia, llamaron a las autoridades así como al agente inmobiliario, mismo que dio aviso a la familia de la mujer desaparecida en el 2013.
Con información de BBC News