Como ya es tradición desde hace 69 años y como cada día 7 de noviembre, miembros de la Sección 27 de Ferrocarrileros de la República Mexicana, realizaron su peregrinación anual a la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Torreón.
Así, en el Día del Ferrocarrilero, recorren las calles del centro de Torreón para dirigirse al templo guadalupano. El contingente partió la antigua estación del ferrocarril ubicada en calle Galeana y prolongación Colón en la colonia Nueva Aurora rumbo a la parroquia.
Familias de los ferrocarrileros también se encontraban dentro de esta manifestación de fe y agradecimiento que año con año realiza este gremio.
Cabe recordar que el Día del Ferrocarrilero se efectúa en nuestro país desde 1944 y con él se busca honrar a los trabajadores ferroviarios en su labor diaria de dar servicio a los pasajeros.
Esta festividad se remonta a la trágica historia del denominado “Héroe de Nacozari”, hoy reconocido internacionalmente como “Héroe de la Humanidad”, por la American Royal Cross of Honor de Washington, en honor a un maquinista de 26 años que espontáneamente ofrendó su vida el día 7 de noviembre de 1907, al sacar valientemente del pueblo de Nacozari, Sonora, un tren cargado con dinamita que ya se estaba incendiando, salvando la vida de sus habitantes.
Jesús García Corona dio su vida por salvar al pueblo de Nacozari, pero su memoria está reciente entre la sociedad actual. Desde joven pidió su ingreso a la compañía de ferrocarril de la empresa minera, donde el dieron un puesto de aguador y por su entrega responsable, fue escalando hasta convertirse en ingeniero de máquinas.
El 7 de noviembre de 1907, se encontraba en la estación de Nacozari, listo para partir con dos furgones de dinamita que debían ser llevados a El Porvenir; inesperadamente, el fuego del fogón se comunicó por los carros y en cuestión de minutos llegaría hasta los que estaban cargados con la dinamita y las consecuencias serán fatales para todo el poblado.
Jesús García, observando la confusión, tomó el mando de la máquina 501 e inicia la marcha hacia despoblado, donde ocurrió la explosión sin hacer daño a Nacozari. Él no pudo escapar a la trágica muerte, quedando en la memoria de los mexicanos como héroe de la humanidad.
Protagonista del acto heroico que salvó vidas y salvó a Nacozari de su destrucción, pero también de un acto que dejó la enseñanza de que la grandeza del ser humano se manifiesta cuando se va más allá de si mismo. En honor de Jesús García Corona se han edificado monumentos, escuelas con su nombre, estadios, calles, avenidas, etc., e incluso el Pueblo de Nacozari lleva por nombre desde entonces, el de Nacozari de García.