En la provocación de los incendios forestales, es una constante la causa humana, desde una colilla de cigarro hasta fogatas mal apagadas, pero ahora se agrega la variable de que, ante estímulos gubernamentales para la siembra, diversos individuos han preferido, con una gran negligencia, lastimar sus propias tierras, con el propósito de acceder posteriormente a apoyos agropecuarios, lo que resulta inaceptable, y ante lo cual deberán sumarse medidas previsoras en los programas respectivos.
Lo anterior fue informado por Francisco Ibarra Jáquez, diputado del grupo parlamentario por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien lamentó que, Durango continúa entre las entidades afectadas por incendios forestales en estos días, con más de 100 incendios de este tipo en lo que va del año, con 17 mil hectáreas afectadas, por lo que es urgente que se atienda este problema.
Señaló que desde el Poder Legislativo se ha estado insistiendo en la protección de bosques, y citó como ejemplo, un acuerdo exhortando a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno federal, a fin de que, en el contexto de la conformación de la Guardia Nacional, disponga lo necesario para que en lo que respecta a Durango, aboque parte de sus esfuerzos en la prevención y combate a la tala ilegal.
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Dijo que desde el Grupo Parlamentario del PRI, se han presentado una serie de propuestas legislativas, que se espera puedan tramitarse antes de que concluya este período de sesiones y que tienen, entre otros, los objetivos de establecer que todos los apoyos de los gobiernos estatal y municipales, en el ámbito de su competencia, que se otorguen a las actividades agropecuarias, tengan que ser compatibles con la protección de los suelos forestales.
Ibarra Jáquez aclaró que lo anterior es para que no se realice el cambio de uso de suelo de forestal a agrícola o pecuario, así como sumar específicamente la responsabilidad gubernamental de garantizar que, en el desarrollo de obras de infraestructura, en terrenos forestales, se cause el menor daño posible a los ecosistemas forestales, y se cumpla con las medidas de mitigación de los impactos causados; al igual que introducir el criterio de mitigación al cambio climático en esquemas de apoyo agropecuario.