Gómez Palacio, Dgo. - Tras festejar su 82 aniversario de fundación, los habitantes del ejido El Barro, tras el marco del pasado Reparto Agrario, recibieron de parte de la alcaldesa, Leticia Herrera Ale, la ampliación del alumbrado público de la carretera que les une con el ejido Martínez Adame, además de los trabajos de rehabilitación de las luminarias del ejido.
Lo anterior, fue por conducto del Raúl Antonio Meraz Ramírez, director de Desarrollo Rural, quien se hizo acompañar de Alejandro Ramírez, jefe del Departamento Eléctrico del Municipio, y de José Antonio Galván, titular del Departamento de Gobierno Municipal.
En atención a las necesidades, el personal de Alumbrado Público, adscrito a la Dirección de Servicios Públicos Municipales se abocó a la instalación de nueve luminarias en un tramo superior a los 800 metros de longitud haciendo uso de cable, focos y balastras; además de reparar todas las luminarias de la comunidad.
Así se resolvió en tiempo record, apenas cinco días, una añeja demanda de los habitantes del Ejido El Barro, quienes durante muchos años pidieron la iluminación de este tramo carretero debido a las condiciones de inseguridad para mujeres y los jóvenes estudiantes, y en general para el resto de la población quienes por sus necesidades laborales o de estudios tenían que trasladarse durante las madrugadas para cubrir una distancia aproximada de un kilómetro para poder tomar el transporte público y acudir a sus centros de trabajo o escuelas.
En respuesta a la entrega de esta obra de beneficio comunitario, Refugio Lozoya, jefe de Cuartel y presidente de la Villa de Gregorio García; y Felipe Medrano, comisariado ejidal de El Barro, agradecieron a la presidenta Municipal por la rapidez y eficiencia con que se atendieron sus necesidades más sentidas, que es el tener una comunidad en paz y segura.
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Por su parte, Raúl Antonio Meraz Ramírez, a nombre de Leticia Herrera Ale hizo un reconocimiento para todos los ejidatarios y avecindados por seguir conmemorando el inicio de su comunidad y en particular, el rendirle un homenaje a los hombres y mujeres que con su esfuerzo heredaron una sencilla y comprometida sociedad rural.