Luego de dialogar con ambas partes, el subsecretario de Gobierno, Manuel Ramos Carrillo, recomendó tanto a los empleados inconformes como al director de la Casa de la Cultura, Ramón González González, retornar cada quien a su labor y sin problemas, mientras que en la ciudad de Durango se decidía.
Como se recordará, algunos empleados y ex empleados, acusan al director de hostigamiento laboral y represiones, al grado que según ellos, ha llegado a despedirlos de manera injustificada por no existir argumentos válidos.
Mientras que la parte contrario, argumenta haber despedido a dos empleados por no demostrar justificadamente sus faltas.
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Es por ello que Ramos Carrillo, tras dialogar con ellos, les recomendó a mantener la calma, mientras que en Durango se realice una evaluación y se decidan los pasos a seguir.
“Creo que comprendieron y es lo mejor para las partes en conflicto, así que hay tranquilidad por el momento, porque aceptaron no seguir desestabilizando la Casa de la Cultura con conflictos internos, afectando con ello a los usuarios”, dijo.