Gómez Palacio, Durango.- La presidenta municipal Marina Vitela Rodríguez, tras comentar sobre los días 8 y 9 de marzo en que las mujeres recordaron su día y luego se quedaron en casa como reclamo a lo poco que se hace para frenar la violencia de género y feminicidios que se viven en el país, dijo que “fue un gran movimiento desde mi punto de vista personal, era la gran oportunidad que tenemos las mujeres para poder demostrar lo que sucede y lo que altera la vida pública y privada sin las mujeres”
A nivel nacional hubo una convocatoria importante y a nivel local, “creo que las mujeres de provincia no nos hemos dado cuenta de la gran importancia y de lo que conlleva este tipo de movimiento y me refiero a que en alguna parte de la sociedad pensaron que era un día para no trabajar y no un día para quedarte en tu casa, sin embargo, este movimiento fue para reflexionar sobre el peligro que tenemos las mujeres, por ejemplo, sin alguna trabajadora de algún comercio que no fue a trabajar, se imaginara el patrón que ya no regresaría nunca por su le pasó algo en el trayecto, algo en su casa, o que la violara o la matarán y la pregunta es, ¿qué pasaría si la mujer no está presente en su trabajo?
Creo que el ejercicio fue para ello fue, para valorar la fuerza de trabajo u bien la mano de obra calificada de la mujer, en pocas palabras sopesar la presencia de la mujer, a la que se debe valorar en todos lados", dijo.
En lo que tiene que ver en la presidencia, de la plantilla de mujeres, que son 700, el 72 por ciento no laboraron ese día (9), en el Sideapa (Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado) el 50% no estuvo en el trabajo y el 42 por ciento en el DIF, añadió.
Creo que fue bueno esta práctica, porque la mayoría de los directores de los diversos departamentos tienen mujeres y obvio que deben aprender a valorarlas y saber que son parte del éxito de cada una de las áreas, “y creo que el trabajo que nos toca empujar a todas en esta parte es para beneficiar a las niñas, de las cuales lamentó mucho que sigan violentadas en el país, que hayan abusada de ellas, lamento las asesinadas, cuyas familias no han tenido eco en las investigaciones y este fue un gran movimiento que dejó huella”.
“Por ello, tendremos mejores políticas públicas que beneficien y garanticen el bienestar de los niños y las niñas, los hombres también, pero hoy, particularmente a nuestras mujeres, que son las que han sido víctimas de violencia”.
Finalmente lamentó el desorden que sucedió el 8 de marzo a través de un grupo minoritario, el cual por supuesto manchó la buena obra que se buscaba, la NO violencia.