Es urgente la intervención del dirigente del Comité Ejecutivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, Antonio García Ayala, luego que ni la sección 188 local ni la Secretaría de Salud en el Estado han intervenido en el problema que aqueja a un grupo de cuando menos 14 empleados del Hospital General B, entre médicos y enfermeras (os), quienes con más de 12 años de antigüedad en algunos casos, se ven desplazados por otros que apenas tienen un año trabajando, porque a cambio son los protegidos y familiares del dirigente en Gómez Palacio, Luis Fernando del Rivero Ibarra.
El licenciado Alberto Montes Rodríguez, oficial administrativo, el enfermero Didir Hernández Medina y la doctora Patricia Mayela Nájera Delgadillo, dijeron a los medios de comunicación, que poco interés le han tomado al asunto, los encargados de supervisar que el 50 por ciento de plazas laborales, pertenecen al sindicato y el otro 50 a la Secretaría de Salud, porque hay quienes no cumplen ni con el examen psicométrico, pero con la fortuna de ser conocidos del líder sindical local o bien ser familiares directos, con la venia además de la SSA.
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El problema se torna grave y amenaza con tomar otras dimensiones, porque aun cuando no han interrumpido las labores médicas en ese nosocomio como medida de presión por respeto a los pacientes y familiares, buscarán otros cauces que logren llamar la atención de quienes deben ser parte de la solución.
A este tipo de desplazamiento le llaman injusticia laboral, porque los puestos se reparten entre la gente que no ha trabajado y que además demuestra falta de profesionalismo, cuando en un hospital se requiere de la capacidad, cierto de profesionistas, pero de suficiente capacidad y experiencia, dijeron.
El sindicato no es un negocio, sino que nació para defender los intereses de los trabajadores, para los que han cumplido para ganar una base y códigos y no para que se vulneren los principios, valores y escalafón, tal como lo hace el dirigente sindical Luis Fernando del Rivero Ibarra, quien con este tipo de estrategias lo que busca es ganar adeptos para su próxima reelección, la cual es rechazada por la mayoría, entrevieron.
Mientras tanto, continuarán con su trabajo bajo protesta y con la confianza de que lo se exasperen los ánimos, porque quitar una plaza a quien le corresponde por antigüedad, es como si les quitara el sueldo y comida de la familia.