Gómez Palacio, Durango.- “Todos los cristianos quieren aumentar su fe y quienes se han entregado a Cristo comprenden que el éxito no viene de nuestros propios intentos humanos, porque fracasamos si no tenemos el apoyo de Dios y de su hijo a quien mandó a morir por nosotros”.
El padre Julio Carrillo Gaucín, tras hacer esta reflexión luego de terminada la Pascua, dijo que hay muchas adversidades que nos ponen a meditar y por ello el acercamiento a la Iglesia fue mayor, “porque tienen miedo al mundo, al peligro que viene si seguimos sin ser mejores cristianos, sin redimirnos y por ello podemos decir que la fe creció, porque hubo mayor participación en las celebraciones de Semana Santa”.
El también vicario general de la Diócesis en Gómez Palacio, afirma que muchos están conscientes que nos asedian el orgullo, el rencor, la obstinación, la indiferencia, la insensibilidad y el fracaso y por ello buscaron a Dios “para comenzar con nuestro viaje de fe para asemejarnos a su palabra”.
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“Debemos aprender acerca de su amor, de su justicia y de su misericordia, en síntesis, formar una relación con Él para conocerlo mejor a través de su hijo (Jesús de Nazareth) y juntos afrontar la maldad, la envidia, la corrupción, la demagogia y por supuesto la perdición”, dijo el sacerdote de la iglesia católica de Guadalupe.
“Algo nos pasa, porque hemos encontrado mucha incertidumbre en quienes asisten a la Iglesia Católica, hay desencanto y desconfianza en los gobiernos, esos que no han respondido a los pobres, a los desolados, de ahí la importancia de desarrollar a la vez, el fruto que viene del espíritu santo que habita en todos los cristianos”.
“Es un placer observar mayor número de católicos y no católicos en nuestra iglesia, lo que quiere decir que hay temor y, siendo así, debemos ponernos en las manos de Dios y de Cristo para resolver los problemas hacia nuestro interior y exterior, porque cierto es que el mundo ha cambiado muy rápido y de manera adversa”, subrayó.
La presencia a los templos fue significativa y ello quiere decir que tememos a las adversidades presentes y futuras
Julio Carrillo Gaucín, sacerdote