Para no entrar a pleitos o juicios estériles que sólo representan pérdida de tiempo, en la Subsecretaría de Educación se ha cortado por lo sano y hasta el momento 4 empleados administrativos han presentado su renuncia voluntaria al sistema educativo de Gómez Palacio.
"Es obvio que tenemos que acudir a este tipo de medidas porque no tenemos dinero en esta dependencia, está quebrado el sistema y tenemos una situación económica muy lamentable que nos lleva a priorizar recursos", dijo el subsecretario de educación en la región lagunera de Durango, doctor Ulises Adame de León.
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Añadió que luego de la reunión que sostuvo con el secretario de educación en el estado de Durango, José Guillermo Adame Calderón, se llegó al acuerdo de corregir las cosas "aunque duela, porque la única posibilidad es ponernos en el piso y arrancar de nuevo, de ahí que se le haya pedido la renuncia a quien cometió una serie de irregularidades que van en detrimento del sector educativo".
Admitió que la Subsecretaría tiene deudas muy importantes porque hubo muchas retenciones que no se mandaron a su sitio, por ejemplo las cuotas sindicales se retuvieron y no se aplicaron al igual que el dinero que se habría de emplear para la compra de lentes, los impuestos, entre otros, que obvio representan problemas económicos muy serios.
También dijo Adame de León que se detectó un exceso en las contracciones "y bueno la instrucción es hablar por las buenas, porque no podemos pagar esos errores y por ello a la gente se le está invitando que de favor nos presenten su renuncia para que no haya problemas ya que se les ha ofrecido el término de trabajo en condiciones legales".
Aseguró que en el estado han presentado su renuncia alrededor de 30 empleados, de los cuales 4 pertenecen a la Laguna de Durango ya que apenas comienza el proceso, aunque agregó que hay muchos que pueden representar cientos de empleados en ambos lados.
"Estamos avanzando en buenos términos porque nos conducimos de acuerdo a la legalidad, porque queremos a partir de ahí comenzar a subsanar en términos económicos el sector educativo y poder dar un mejor servicio a los educandos y padres de familia, caso contrario, se nos iría en puros pleitos".
Estas renuncias, aceptó, significan finiquitos o indemnizaciones, pero dijo que resultan baratas porque se han conducido a lo que la ley establece, porque si dejan correr este problema se puede complicar en futuro, expresó.
"Trabajamos tranquilos y sin pleitos y con la seguridad de que se habrá de subsanar el sector educativo alejando a los malos elementos".
