Gómez Palacio, Durango.- Una vez que grupos evangélicos o Testigos de Jehová, siguen temerosos de que en México se retome la pretendida Ley de Protección Doméstica y se debata al respecto en el Senado de la República, para impedir que se predique la palabra de Dios en horas impropias y acudiendo a las casas, el padre Julio Carrillo GaucÍn, vicario general de la Diócesis en Gómez Palacio, dijo que por lógica debe haber libertad de culto, trátese de la religión que se trate.

Sin embargo, añadió:

"Yo creo que se debe respetar la libertad de culto, pero eso no significa atropellar la libertad y mucho menos la intimidad de las personas y en este sentido también debe haber prudencia y sin inmiscuirse en la religión de otros".

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Agregó que principalmente son los domingos cuando los representantes de esas religiones tocan la puerta muy de temprano, que es cuando los moradores descansan o despiertan tarde.

“Hay templos para las reuniones y creo que es innecesario ir de puerta en puerta, porque también los cristianos tienen sus iglesias para orarle a Dios que es la figura principal de todos los creyentes, aunque algunos lo nombran de otra manera”, reiteró.

En las redes sociales evangélicos y Testigos de Jehová, dicen que esta medida, (la cual también se pretende aplicar en Colombia), representa una violación a los derechos de la libertad de culto y por ello pedirán la intervención de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, luego que el tema también fue debatido en el 2016, pero sin resultados o respuestas.

Carrillo Gaucín añadió también:

"Por ejemplo, si en una casa dice - somos de tal creencia-, pues yo no toco la puerta y mucho menos insisto sino me abren a tiempo".

Quienes dicen podrían resultar afectados con esta famosa Ley, se han enterado que también se aplicarían sanciones a las congregaciones que tengan el sonido alto en volumen a la hora de celebrar sus cultos, ya sea en templos, calle o viviendas o bien buscando en la calle adeptos a determinadas religiones, y en este sentido abundó:

"Pueden predicar, pero dentro de las normas religiosas, porque la gente lo que pide es respeto. Hay libertad de creer en quien se quiera, pero sin entrar en polémica con temas encaminados a cambiar de religión, porque insisto el 99 por ciento de los humanos creemos en Dios".

La práctica de algunas religiones, incomoda a los peatones, además de que da oportunidad como en otras ciudades, de que algunos se ostenten como predicadores para delinquir cuando se le abre la puerta.

El padre Carrillo Gaucín acepta que cada quien puede promover su religión, "pero sin dañar la tranquilidad de otros".