Gómez Palacio, Durango. - Es preocupante que ahora sea el cristal, la droga preferida de los jóvenes, en donde se incluyen niños menores hasta de 9 años y amas de casa, que utilizan esta sustancia nociva, como alivio a sus penas familiares, por problemas maritales, pobreza, pérdida de valores, de principios y falta de cultura y obvio, que esto nos obliga a buscar programas para frenar el consumo, el cual amenaza con dispararse rápidamente en la niñez.
La doctora Rosa Lilia López Moreno, directora de Salud Pública Municipal, dijo lo anterior al propósito de la instalación este miércoles del Consejo Municipal para la Prevención y Asistencia de las Adicciones, en evento celebrado en la Sala de Cabildo a las 13 horas.
Comentó, además, que la mariguana ha pasado a segundo término, mientras que la cocaína es solo para consumo de quienes pueden pagarla, no obstante, el cristal (metanfetamina, con aspecto de fragmentos de vidrio blanquiazules brillantes que como estimulante poderoso es sumamente adictivo, afectando el sistema nervioso central), está por afectar el círculo social de toda la sociedad, por la barato que resulta adquirirlo.
Te recomendamos leer:
“Cada vez está peor, y lo que preocupa ahora, ya no es la mariguana o la cocaína, sino el cristal el que se consume en cualquier sector del municipio, detectándose este tipo de delito, principalmente en la periferia y aunque resulte sorprendente, hay niños de 9 años señalados como altos consumidores, quienes a la postre resultan ser las víctimas de los temas de violencia e inseguridad que se vive en todo México, aunque debemos decir que Gómez Palacio no es la excepción”.
La falta de preparación y educación en los padres de familia, los hacen más vulnerables, entonces el tema debe ser considerado como grave, de ahí que el gobierno federal, en conjunto con los otros dos órdenes de gobierno, le estén invirtiendo en programas de prevención y erradicación de las drogas de todo tipo, dijo.
La alcaldesa Marina Vitela, dijo, conoce el tema de salud y sabe lo que implica la desintegración familiar, la falta de oportunidades y en cuanto a un padrón de menores consumidores y madres, añadió López Moreno, es que difícil tenerlo, porque apenas van ubicando a los grupos de drogadictos que pululan en las colonias, pero que por seguridad de las propias familias, es difícil dar cifras y nombres.
“Los datos son confidenciales, además de que los Centros de Rehabilitación Juvenil, evitan dar datos, porque son situaciones muy personales y de interés para las propias familias afectadas y autoridades de prevención”.
El cristal tiene mayor accesibilidad por lo barato que resulta adquirirlo y lo que por supuesto conlleva a tener consumidores potenciales desde los 9 y 10 años de edad, “y en este sentido debo decir que o tan solo nos preocupa y ocupa abatir la drogadicción y la delincuencia, sino recomponer el seno familiar, porque hay alcoholismo y embarazos en niñas, que al final de cuentas se convierten como detonantes para el consumo de drogas”.
DATO
Las madres de familia son las formadoras de sus hijos y son las que se deben preocupar también y no dejar todo el problema a las autoridades.