Sin pensar y sin darse cuenta de la magnitud de un suceso inesperado, Gustavo fue instrumento del destino para salvar la vida de una mujer; fue herido por un hombre que descargó su ira y frustración contra un transeúnte inocente que solo fue testigo de una persecución a plena luz del día, sobre la calle Independencia de Gómez Palacio.
El domingo 17 de septiembre en casa del arquitecto y artista lagunero Gustavo Montes Rodríguez, se preparaban para celebrar el cumpleaños de su hermano mayor; eran alrededor de las 2:00 de la tarde cuando tuvo que salir a comprar los chiles con los que se prepararía un rico asado para compartir esa fecha en familia.
“Sólo faltaba el chile y como mi madre es una persona de 93 años de edad y ya se encuentra en silla de ruedas, yo le ayudo en todo eso, en salir hacer las compras y en todo lo que necesite”, nos narra.
Pero ese día todo dio un giro inesperado y todo ocurrió tan sólo unos segundos, sin darle oportunidad de reaccionar o cambiar el rumbo para evitar lo sucedido. Caminaba de manera tranquila para ir a comprar lo que se le encargó y regresar a comer con la familia, pero no regresó y un momento de celebración se convirtió en el miedo de una familia a perder a un ser querido. Pasaron de la alegría a la preocupación de un momento a otro pero afortunadamente, pudo regresar con vida.
“De un momento a otro las cosas cambian y lo que vi fue solamente que una mujer que salió de un local corrió asustada y un hombre fuerte y sin camisa la perseguía con cuchillo en mano; ella cruzó muy rápido la calle, pero yo lo único que hice la verdad fue quedarme pasmado, sin reaccionar; no fue que yo hiciera algo por salvarla sino que el hecho de que yo pasara en ese momento le sirvió para poder huir, ya que el tipo al verme ahí enmedio me interceptó a mí”, agregó.
A pesar de que solo fue un hecho circunstancial, dice estar satisfecho y agradeció que la mujer pudiera huir y se pusiera a salvo, si el hombre no se hubiera detenido a agredirlo seguramente la hubiera alcanzado; espera que así sea hasta el momento y no sea atacada nuevamente.
El profesor de 55 años, trató de huir también al bajar de la banqueta a la calle cuando el tipo lo interceptó; primero lo golpeó con el puño y fue cuando cayó a la calle en un charco de agua ya que la noche del sábado llovió. Luego volteó a verlo y observó a su agresor con gran irá en la mirada y simplemente sintió como lo hirió muy profundamente, pateó fuerte tratando de quitarlo de encima pero el hombre era más joven, grande y fuerte.
“Pero pareciera que se estaba desquitando conmigo, era como estar descargando toda su irá y frustración por no haber podido irse contra la mujer y simplemente se ensañó conmigo sin haber hecho nada”, recordó Gustavo.
De ahí una mujer que tiene un pequeño negocio lo alcanzó a ver y antes de la tragedia le dio las buenas tardes como es costumbre; él por lo general transita por esa calle, la Independencia y aledañas; saluda a la gente con amabilidad por lo que ya lo conocen y al verlo de inmediato se acercó sin temor alguno para tratar de ayudarlo, luego un conductor se acercó para llevarlo hasta el hospital del ISSSTE.
Recuerda que de pronto despertó rodeado de agentes de algunas corporaciones policíacas, esto le sorprendió pero también detonó recuerdos poco gratos de cuando en la región Lagunera la violencia era el pan de cada día; siempre ha sido peatón y comenta que recorriendo las calles o al trasladándose a las escuelas donde imparte clases, fue víctima de al menos tres asaltos a mano armada, justo en el mismo lugar donde fue agredido en esta ocasión.
Por mucho tiempo estuvo temeroso de salir a la calle y andar a pie, solo espera que contar está historia, sea útil para sanar la afectación emocional y el miedo de volver a transitar, porque de manera cotidiana recorre las calles de la ciudad para tomar un taxi o trasladarse de un lugar a otro.
El artista lagunero ya presentó una denuncia ante las autoridades, pero señala y le extraña que no hizo lo propio la mujer que estuvo a punto de ser atacada. Sin embargo, tiene claro que aunque este tipo de sucesos de violencia contra las mujeres son cada vez más frecuentes, por miedo o la impunidad que existe, no siempre acuden a denunciar.
Este martes 26 de septiembre acudió a la Vicefiscalía en La Laguna para hacer la ratificación de la denuncia; no pudo hacerlo por cuestión de tiempo, aún es necesario que se mantenga en reposo y la espera es larga espera. Se sintió cansado, adolorido y decidió retirarse.
“Ya estoy mejor, afortunadamente me curaron las heridas, podría decirse que el peligro pasó, pero sí estoy muy adolorido y me dicen los médicos que tengo que estar en calma y reposo”. Extraña sus clases y es complicado para él mantenerse inactivo, pero caminar o realizar alguna actividad que pueda alterarlo o cansarlo, sería un riesgo para la recuperación del pulmón que resultó afectado con la profunda herida.
En más de tres décadas que ha dedicado su vida al arte y a la formación de jóvenes universitarios que cursan este tipo de materias, Gustavo Montes ha procurado que también conozcan sobre el desarrollo humano a través de la historia y que desde hace 600 años se ha logrado avanzar poco; es un tema que considera fundamental para cualquier camino que decidan tomar y es necesario entender cómo sigue existiendo socialmente, una importante brecha en cuestión de derechos.
“Muchos piensan que esto no tiene nada que ver y que es innecesario en mis clases pero creo que es fundamental que los jóvenes lo sepan y sobre todo que vayamos avanzando como sociedad”, dijo en contexto de las agresiones a mujeres.
Para él el humanismo y la sensibilidad social deberían ser prioritarias para toda persona; es un hombre sensible que percibe el mundo de manera sencilla, al cual el arte le ha hecho crecer de esta manera y ver más allá de lo que hay en lo que se puede percibir.
En redes sociales o de manera personal compañeros, amigos, alumnos y conocidos le demostraron apoyo y admiración, le envían mensajes de aliento y están pendientes de su recuperación. Agradeció también la bondad de todos los seres humanos que lo ayudaron y que fueron determinantes para que ahora pueda estar contando esta historia.
