No sólo en el sur se dan los robos en los furgones del ferrocarril, y Gómez Palacio no es la excepción, ya que a unos cuantos metros da Casa Ley sobre las vías, al estar varado el tren, los vándalos desconectan las mangueras del aire (frenos), que mientras el personal las repara, aprovechan para robar ya sea granos, partes de automóvil nuevas, chatarra y en ocasiones ganado.
Es obvio que lo hacen de noche y lo intentan cuando otro tren viene de frente y el otro se para para darle paso, siendo vandalizado el que se dirige a la Ciudad de México, aseguró a pregunta expresa el secretario general de los ferrocarrileros Sección 9 en Gómez Palacio, Jesús Díaz López.
Cierto es que el tren usa dos máquinas al centro y otras dos encabezan el convoy con 4 mil caballos de fuerza cada una, lo que asegura un arrastre perfecto de cuando menos 120 vagones con 90 toneladas cada uno, no obstante, al varar su marcha, es cuando los ladrones aprovechan para quitar las mangueras de aire, sabiendo que en una hora y media tarda la reparación, para robar de manera coordinada, porque utilizan hasta 10 personas para cargar granos y partes.
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“Es obvio que todo está asegurado, pero no deja de causar daños, porque el deducible es demasiado para la empresa”.
Pero a diferencia del sur, se puede decir que “estamos bien; en otros lugares roban hasta el diésel de las locomotoras, porque hasta sistema de rebombeo traen y hasta prenden fuego a los durmientes, lo que afortunadamente en el norte no ha pasado”.