En opinión de Camilo Ceniceros Calderón, dirigente de la Unión Campesina Democrática, el escenario gubernamental federal, es peor que el de Enrique Peña Nieto, porque Andrés Manuel López Obrador, primer mandatario de la República, ha desaparecido apoyos y partidas que les hacían llegar como es el ProAgro.
Al mismo tiempo reprocha que sólo se esté privilegiando a los campesinos del sureste de México cuando acá se tienen muchas necesidades por las condiciones agrestes del clima.
Dijo que 12 organizaciones adheridas al Congreso Agrario Permanente, esperan la determinación de su líder nacional Max Correa, a fin de iniciar con movilizaciones en las diversas zonas del país en caso necesario a efecto de ejercer presión a las acciones que otras agrupaciones han ejercido con un plantón en Palacio Nacional.
Explicó que esas agrupaciones son ajenas al Congreso Agrario Permanente (CAP), pero que atraviesan por una situación similar a otras al no ver que aterricen los recursos de la partida que ejercía la extinta Secretaría Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación hoy SADER, pues de ello dependen cientos y miles de proyectos productivos que productores del campo tenían asegurados.
“Nada es igual hoy, porque se cancelaron apoyos que se estaban manejando tanto en Sagarpa como en Sedesol y quedaron muy pocos beneficios para el sector rural, por lo que se está haciendo la gestión a través del CAP para que desde la Ciudad de México se liberen más apoyos para los productores sociales y no que no todo se vaya para estados del sureste”, subrayó.
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Ceniceros Calderón observó que el pasado 17 de julio hubo ya un primer encuentro del líder nacional del CAP con funcionarios de SADER como de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y hubo el compromiso de ayudarles, pero están a la espera de una respuesta tangible.
Lamenta además que mientras observan en los medios de comunicación en las giras del Presidente de la República en estados del sureste como su natal Tabasco la entrega de fertilizantes subsidiados, acá en La Laguna los programas están cancelados.
Incluso refirió que el llamado ProAgro -antes Procampo- por lo que en los últimos dos años del sexenio de Peña Nieto se daban 90 por hectárea y más atrás se llegaron a pagar hasta 2 mil pesos por 1.5 hectárea, ahora no llega absolutamente nada, bajo el argumento de que no somos una región productora de granos.
“Este es el caso de Gómez Palacio, Lerdo, Tlahualilo, Mapimí, que como no somos una región granera, no estamos recibiendo los recursos de ProAgro y en la oficina local de la ahora SADER antes Sagarpa, ya ni el encargado José Luis Nava se encuentra para despachar”, aseguró.
Sostiene por otra parte que se afecta a 9 mil productores de maíz y sorgo forrajero que dejaron de percibir esos recursos, que, aunque pocos, servirán para amortiguar la castigada comercialización de los estableros, quienes siguen aplicando el precio que quieren y compran cuando se les antoja.
