Familiares de la Maestra Fallecida piden justicia

Exigen a las autoridades de aplique todo el peso de la Ley

Marcela Delgado González | Noticias de El Sol de La Laguna

  · lunes 18 de noviembre de 2019

Familiares, amigos, alumnos y docentes se dieron cita al sepelio de la maestra Mireya Fernández / Foto: Antonio Meléndez

Gómez palacio, Durango. - Profunda tristeza, llanto y dolor, se respiraba en una de las salas de Funerales Cepeda de Gómez Palacio, sitio al que llevaron a velar los restos de la maestra Mireya Fernández Martínez, a quien le arrancaron la vida cobardemente el pasado domingo, donde el móvil del crimen fue la disputa de una herencia.

Mireya, solo tenía una hermana. No tuvo la dicha de ser madre. Pero quienes la conocieron, dicen siempre fue una persona echada para adelante. Estudio para Trabajadora Social. Con Dedicación y esfuerzo estudio una carrera profesional. Recientemente había estudiado una maestría y estaba puesta para seguirle con un doctorado.

Siempre se distinguió por ser guerrera incansable, no obstante, los tropiezos que hubo en su vida. Era sobreviviente de cáncer de mama. Cuando le extirparon uno de sus senos, recuerdan que le dijo, “Estoy despechada, pero feliz porque tengo vida. Yo no soy un pecho, soy un espíritu y mi espíritu vive”. En diciembre le iban a poner la prótesis mamaria.

Te recomendamos leer:

Era jefa de Departamentos, pero también era maestra frente a grupo en la catedra de ética, pues tenía mucho amor por sus alumnos.

Los familiares de Mireya no dan crédito a lo acontecido, pues dicen, que desde jovencito fue acogido por ella, desde que vivía su papá. A los hijos del autor intelectual los consideraba como sus nietos, “ellos le decían abuela Mireya”, recuerda su tía Consuelo Fernández.

El odio y el envenenamiento del alma de parte de la familia paterna fueron las causas que lo motivaron a cometer este asesinato, “Él quería todos sus bienes. Su papá falleció a penas el 6 de enero pasado, pero al paso de tres meses empezaron los pleitos por lo que había dejado su padre”, dijo.

Salvador “N”, el autor intelectual tiene otros dos hermanos, quienes junto con la hermana del esposo de la maestra asesinada se dedicaron a hostigarla y a amenazarla de muerte, sin pensar que haría efectivas sus constantes amenazas.

Lamentaron, que un momento de locura haya acabado con la paz de dos familias, pues dijeron, “Él tiene tres hijos, cómo pudo hacer eso. Mireya era su comadre, le ayudo a conseguir el trabajo que ostentaba en la misma escuela. No se vale que le haya arrebatado así la vida”, dijo en medio del llanto Consuelo Fernández.

Su hermana, Yadira vino desde Monterrey a despedir a Mireya, “Acuso a otros familiares políticos de acosarla en redes sociales. Hicieron que en el trabajo muchos compañeros se pelearon con ella. Pero al final la verdad siempre sale a la luz”.

El detenido pagó por ejecutarla, pero los señalamientos de compañeros de trabajo y alumnos los llevo a dar con él, quien tuvo el cinismo de estar cerca del atentado.

“Agradecemos el trabajo de las autoridades. Pero no queremos que lo vayan a soltar. Mireya lo quiso como a su hijo, desde que se caso vivió con ella, siempre lo protegió, no se vale que hayan terminado así con su vida”.

DATO

Maestra asesinada convivió con el asesino intelectual por más de 15 años