Para el regidor campesino, Pedro Luna Solís, “el actual gobierno federal debe mostrar ya su preocupación por los campesinos con el cambio de aquellos esquemas y programas financieros que fueron creados antaño, como es el caso de la Financiera Nacional para el Desarrollo, debido a que nunca respondió a las expectativas”.
Dijo además que tan solo a nivel de La Laguna desaparecieron las oficinas de carácter regional y las enviaron a Monterrey, “dejando aquí una simple oficina que actúa como ventanilla, toda vez que las decisiones importantes sobre los créditos que necesitamos se toman allá”.
Sostuvo que la autorización de los créditos los dejaba vulnerables por su tardanza, y quedan a merced de los agiotistas que aprovechaban esa necesidad para ‘encajar la uña’ a través de intereses elevados y plazos limitados, lo que a su vez los obligaba a vender sus cosechas a ‘coyotes’ a precios muy bajos para poder pagar a tiempo.
“Espero que en este nuevo sexenio que inicia, instale una dependencia financiera que sea práctica, tangible y de cercanía con los campesinos, que son los más pobres de la cadena productiva, sin caer tampoco en la irresponsabilidad del paternalismo que tanto daño causó”, dijo.
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De acuerdo al discurso del propio mandatario nacional, Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que se otorgarán créditos a la palabra, hizo recordar aquel programa que impulsó el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, pero claro esto significaría un retroceso.
“En la actualidad el campesino que aún trabaja la tierra ya adoptó a la vuelta de 20 años la cultura de pago, por lo que yo creo que sería bueno el obtener apoyos pero necesariamente tendrían que ser vía préstamos, pero sobre todo subsidios, ya que los productores de Estados Unidos y Canadá sí los reciben a diferencia de los de México, lo que favorece a la productividad y a ser competitivos”, aseguró Luna Solís.
Expuso que como se pretende apoyar a la siembra de maíz para evitar las importaciones, del mismo modo se debe extender hacia los forrajes que son los cultivos más importantes de La Laguna, al ser materia prima para la ganadería lechera, como también se debe de reconsiderar la cuota que se daba al ProAgro, al pasar de mil pesos a 90 pesos por hectárea.