Honra México a su virgen del Tepeyac

Reliquia, oraciones, fe y esperanza

Por César Acosta Amaya

  · miércoles 12 de diciembre de 2018

Los gomezpalatinos se rindieron ante la santa patrona de México, la Virgen de Guadalupe. Foto: Antonio Meléndez

Gómez Palacio, Durango.- A 487 de la aparición de la Virgen María, la fe de los mexicanos no sólo perdura, sino que tiene mayores alcances de fe, devoción, oración y esperanza, y ello se comprobó ayer en las diversas iglesias, parroquias y templos católicos, en donde la feligresía acudió desde temprano a dar gracias por favores recibidos.

Sus nombres de Virgen del Tepeyac, la Virgen Morena, la Virgen María, se traducen en una sola, en quien tras aparecérsele al indio llamado Juan Diego un 12 de diciembre de 1531, lo instruyó para que fuera interlocutor ante las autoridades eclesiásticas para la construcción de su templo, naciendo ahí la devoción en quien también llaman madre de Jesucristo.

De acuerdo a la leyenda, la Virgen María se apareció en un cerro, subiendo Juan Diego hasta la cumbre para observar luego a esta señora que lo cautivó con su extraordinaria belleza, vestida con túnica brillante como el sol para después darle el mensaje.

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En Gómez Palacio el arraigo también se extiende y fue hasta el pasado martes en que culminaron las peregrinaciones a manera de agradecimiento, teniendo como punto final los diversos templos católicos que se vistieron nuevamente de luces para dar la bienvenida a los creyentes.

Luego de los rezos muy de mañana ante los sacerdotes, la feligresía adornó sus calles para celebrar las tradicionales danzas y luego obsequiar la tan ansiada reliquia, que consiste en sopas, asado, café o atole y en otros casos, tamales o carne asada, de acuerdo a la economía de cada quien.

Quien es creyente de esta tradición, por obligación tiene que rendirle tributo a la Reina de México, como también le llaman y si no hay dinero para obsequiar algo, con rezos y alabanzas se agradece la intención.