Durango, Durango.- Con el propósito de promover e incentivar entre la niñez el acercamiento y práctica de la lectura que estimule su creatividad, memorización, el pensamiento crítico y asertivo, así como la comprensión y el uso adecuado del lenguaje y la escritura, el diputado Fernando Rocha Amaro presentó la iniciativa de reformas a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado.
“La lectura es una herramienta indispensable y fundamental para la consecución de los fines de la educación de las niñas, niños y adolescentes”, resaltó al realizar la ampliación de motivos de su propuesta legislativa.
Consideró que las ventajas y habilidades que se adquieren por leer a edades menores son muchas y muy variadas, lo que puede marcar el desarrollo y futuro de una persona, además de generar innumerables beneficios, dentro de los cuales se encuentra el tener un mayor vocabulario, mejor expresión y una mayor imaginación y creatividad.
“A partir de la lectura, se incrementa la cultura y el conocimiento en las personas. Una sociedad ilustrada, que practica la lectura, es una sociedad informada, es una sociedad más objetiva, que dispone de mayor cantidad de herramientas para la realización de los fines comunes, los fines que convienen a todos sus miembros”, resaltó.
El legislador precisó que la lectura no debe ser vista como aburrida, por lo que hay que dejar que las niñas, niños y adolescentes escojan los libros de acuerdo a sus intereses; dedicar cierto tiempo del día exclusivamente para realizar esta actividad con el fin de que se convierta en un hábito.
Rocha Amaro explicó que para nadie es un secreto que, durante el tiempo de lectura, la persona que la practica debe poner su atención en el texto, lo que hará que adquiera disciplina, enfoque, interés y un reforzamiento en el mismo hábito de lectura, lo que sin duda alguna estimulará la capacidad de concentración.
Finalmente, comentó que Declaración Universal de Derechos Humanos establece que los estados adoptarán para que la educación esté encaminada a desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física de la niñez, hasta el máximo de sus posibilidades.