Gómez Palacio, Durango.- En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, el 13 de enero de cada año, María Soledad Ruiz Canaán, directora del Instituto Estatal de Salud Mental (ISMED) dio a conocer que en Durango se realizó un diagnóstico en los municipios de Santiago Papasquiaro, Lerdo, Gómez Palacio, Guerrero, Guadalupe Victoria y en la capital del estado, cuyos datos se analizan para saber con exactitud la prevalencia de éste y otros trastornos de salud mental en los adultos.
Señaló que el determinar una fecha para conmemorar la depresión tiene como objetivo hacer conciencia sobre esta enfermedad que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo, a más de cuatro mil personas en la entidad y que debe tratarse médicamente para dar a los pacientes una calidad de vida emocional que les permitan disfrutar su propia vida.
La directora del ISMED dijo que la depresión es la enfermedad más discapacitante en el mundo y debe atenderse. “Hoy sabemos que el 14 por ciento de infanto-juveniles ya viene con problemas de salud mental como trastornos de déficit de atención, depresión, trastornos de ansiedad, y que ahora se han incrementado debido a la pandemia, aumentando de un tres a un cuatro por ciento más a lo que ya existía” dijo.
Confirmó que aún vivimos la estigmatización de las enfermedades mentales, lo que sigue siendo un obstáculo para que las personas busquen y reciban atención médica o acudan al Psiquiatra.
Indicó que en Durango existen servicios de salud mental para atender y acompañar a los pacientes de enfermedades metales a fin de que salgan adelante.
Comentó que apostarle a la salud mental es garantizar, de alguna manera, que podamos tener una sociedad más equilibrada.
Finalmente, María Soledad Ruiz Canaán apuntó que la prevención de estos trastornos es elemental, por lo que debemos estar atentos a síntomas como la tristeza prolongada, la desmotivación, cansancio y agotamiento crónico, puede somatizar en gastritis, caída del cabello, dolor de cabeza, trastornos del sueño y la alimentación, pérdida de la capacidad de la concentración, irritabilidad y llanto fácil, entre otros y de desde niños pequeños hasta los adultos mayores.