La muerte sigue siendo tema cultural en México

La tradición no se olvida en Gómez Palacio

Por César Acosta Amaya

  · viernes 2 de noviembre de 2018

Cien pesos la pieza. Buen negocio. / Foto: César Acosta

Gómez Palacio, Durango.- El tema de la muerte también es cultura en México, por sus tradiciones, rituales y ceremonias y aunque en el norte no existe mucho arraigo para rendir tributo a sus familiares fallecidos en comparación con el sur, donde llevan comida y la comen un día después, en este municipio hay usos y costumbres quizá con toques más modernos.

Cierto, en cada pueblo hay diferencias para honrar a sus muertos, pero también es cierto que en un cementerio no hay distingos de razas o religiones, todos son iguales ante una tumba.

Buena organización en los panteones. / Foto: César Acosta

Al panteón Guadalupe (el más grande en Gómez Palacio), asistieron desde el primero y este dos de noviembre, cuando menos 35 mil dolientes.

Algunos estaban tristes, otros alegraron con notas musicales el Día de Muertos, para recordar el gusto de quien se les adelantó en el camino.

Las mañanitas también se escucharon. / Foto: César Acosta

Obvio, abundaron las flores, destacando el cempasúchil, la mano de león, las gladiolas, rosas, la nube y otras más que fueron sembradas en otras entidades.

Ayer fue el Día de Todos los Santos (cuando llegan las ánimas de los niños) y el 2 de noviembre Día de Muertos, de los adultos, de acuerdo a la tradición.

Olvidada y destruida quedó esta imagen de la Virgen. / Foto: César Acosta

Este día sirve para reflexionar, para buscar respuesta del porqué se fue el ser amado. Se realizan rituales y ceremonias para recordar a lo que en vida le gusta al fallecido.

De acuerdo al jefe de panteones, Raúl Humberto Macías, en el Panteón De la Rosa (ubicado a los costados de la colonia Parque Hundido), asistieron cuando menos 8 mil personas que también colocaron altares y llevaron ofrendas en honor del familiar que ya reposa en la tumba, sin preocupaciones, descansando finalmente en paz después de llevar una vida ajetreada y problemática, como sucede en parte de las familias mexicanas.

Limpieza en las lápidas, la prioridad. / Foto: César Acosta

Por la mañana, se celebró una misa para orar por el eterno descanso de más de 110 mil personas que ahí reposan. La Iglesia católica en la persona del sacerdote Soltero, hizo un comparativo de la división que hay entre la tierra y el cielo, pidiendo piedad para quienes se nos adelantaron en el camino.

Como se había anunciado, no hubo agua y solo se permitió el ingreso la suficiente para tomar, ya que con ello se busca evitar la proliferación de moscos y otros insectos.

Por un lado se escuchó un conjunto norteño, por el otro un trío y algunos sectores alabanzas, porque como dijimos, en un camposanto no hay distingos de razas y mucho menos económicos, porque todos valen lo mismo.

Algunos colocaron en la lápida la fruta preferida de su familiar, otros llevaron el mezcal, el tequila y por supuesto el incienso para alegrar el día.

Foto: César Acosta

Es la costumbre de los mexicanos y es difícil que se olvide la tradición.

Pocos problemas de tránsito y sí mucha vigilancia policiaca para evitar robos o asaltos. Los vendedores de frutas y comida, bien reglamentados y exigidos para que dieran una atención esmerada.

Es nuestro Día de Muertos.