Gómez Palacio, Durango.- La industria maquiladora atraviesa por una severa crisis económica, primero porque la competencia de otros países "frenó de golpe" las exportaciones y segundo, porque la pandemia obligó a los empresarios a reducir su plantilla laboral y el espacio de trabajo por eso de la sana distancia.
Rosario Sáenz López, secretaria general del Sindicato Industrial de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria del Vestido de la Región Lagunera-CTM, afirma que la exportación sigue restringida por el cierre de la frontera Estados Unidos-México y ahora por el Covid, porque apenas se permite a cuentagotas la entrada de pantalones en su mayoría y mientras tanto, el ensamblaje de ropa se encuentra semivarado.
Dice que el empresario maquilador es muy selectivo, y en este sentido, algunos despidieron hasta en un 30% su personal con el fin de evitar un contagio masivo y por ello, tienen a los empleados laborando separados hasta dos metros uno del otro, que por lógica reduce los espacios y si antes en una maquiladora había 600, hoy quedan 180 o 200.
El acuerdo global de comercio con el vecino país en lo que se refiere a la industria maquiladora, se vino abajo y la producción al precipicio, de ahí que sobrevivan afiliadas a la CTM, 26 empresas, que si bien es cierto son un paliativo económico para la comarca lagunera, lejos están de ser el boom de los años 80's, fecha en que había hasta 30 mil obreros. Hoy, quedan menos de la mitad.
En este sentido, la también líder de la CTM de Gómez Palacio, comentó que está industria era un fuerte impulso al desarrollo local por las variadas fuentes de empleo que ofrecía y porque la demanda y distribución de prendas de vestir, principalmente hacia los Estados Unidos era la novedad y poca era la competencia.
La exportación como estrategia económica, era fabulosa, porque se paga en dólares y eran pocos los gravámenes, sin embargo, este mercado laboral poco a poco fue bajando de ritmo, ya que otros países latinoamericanos también comenzaron a maquilar.
"Si no hay trabajo no hay empresarios y es la disyuntiva que se vive, porque además las industrias se vieron obligadas a pagar a quienes por ser mayores de 60 años, fueron mandados a sus casas a descansar y otros más, por tener enfermedades crónicas degenerativas, que también son parte de la carga financiera", dijo.
Aseguró que por ello los sindicatos de la CTM en este ramo, ya no cobran cuotas, sabiendo que 20 0 50 pesos por semana o quincenales que antes se les quitaba, ahora son tan necesarias para sufragar gastos propios del hogar.
Admite que por ser un trabajo en masa, los espacios se redujeron para que cada uno de los obreros esté alejado del otro dos metros.
Y para paliar la crisis y poder sobrevivir, hay maquilas que fabrican, batas, cubrebocas y mandiles, una vez que hay demanda de los hospitales y de la misma sociedad.
AUMENTO
En lo que se refiere al aumento del 15 por ciento al salario mínimo que propone el gobierno federal, expuso que habrá quienes lo puedan pagar y otros no, tomando en cuenta que algunos se manejan con salario profesional, "sin embargo, se hará la lucha para que los empleados tengan un pago mayormente remunerado, porque hay que aceptar, que hay algunos que ganan 100 pesos diarios, insuficientes para poder afrontar los gastos que representa la canasta básica".
También buscarán la estabilidad entre empresas y sindicatos, porque en estos tiempos de crisis sanitaria, sería un crimen perder empleos, subrayó.