El rechazo al aumento por cobro de agua rodada para uso agrícola, logrado en el senado, se debe también a la gestión realizada por la CNC nacional que encabeza Ismael Hernández Deras, pero más que nada, a la lucha de políticos priístas, tras considerar que autorizarlo, sería darle el “tiro de gracia” a los campesinos, quienes hoy más que nunca se encuentran en crisis por las reducciones realizadas al presupuesto para el campo.
Francisco Bardán Ruelas, regidor de la fracción priísta en el ayuntamiento de Gómez Palacio, también reconoció la participación de otros partidos, quienes insistieron en que se aplicarán dos modificaciones a la minuta del paquete fiscal aprobado por los diputados.
Entrevió que el cobro por permiso por agua, tiene un valor aproximado en la Laguna de mil 275 pesos al año por una hectárea y dos áreas “y aunque para algunos pareciera una cantidad mínima, lo cierto es que hay ejidatarios que siguen inmersos en la pobreza que ni para pagar el derecho de agua tienen, o bien planean pagarlo después de levantar una cosecha”.
En cuanto a la participación del PRI (Partido Revolucionario Institucional), recordó que siempre ha trabajado con sentido social, recordando que la Confederación Nacional Campesina, es uno de los sectores importantes en la economía del país, por los productos que da el campo y que se exportan.
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Prueba de que hay intención de sensibilizar las acciones campesinas, es que se votó por unanimidad, es decir con 100 votos a favor y cero en contra y sin ninguna abstención, lo que quiere decir que no habrá no habrá aumento al cobro de aguas nacionales de aprovechamiento agrícolas y pecuario.
Tras modificarse los artículos 223, 224 y 225 y primero y quinto transitorios, se da certeza lo acordado y se da marcha atrás a las modificaciones, aunque también debemos de aceptar que Morena se manifestó en favor de no incrementar impuestos en el uso de agua en el sector agrícola y pecuario, que contempla la Ley Federal de Derechos.
La CNC había protestado al respecto, tras considerar que pagar 3 mil 500 pesos trimestrales por hectárea era demasiado oneroso y ante este logro, debemos reconocer la tarea de senadores de algunos partidos, quienes comprenden que en los ejidos vive la gente pobre, que trabaja apenas para sobrevivir y en algunas veces para comercializar sus productos, dijo.