Las damas esposas de militares concentrados en el 72 Batallón de Infantería en Gómez Palacio montaron un altar de muertos en memoria de cinco elementos caídos en noviembre de 2021.
Esta actividad está al frente de la titular del Voluntariado de Gómez Palacio, donde la titular es la esposa del Coronel la señora Sandra Milena López Barco y su ayudante, la señora Mayela Raquel Galvis Montés.
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El altar quedó muy bien elaborado, donde trataron de poner todo los elementos que forman parte de esta costumbre mexicana y que al menos ellas, quieren que siga prevaleciendo en sus familias.
Decidieron que se montará en memoria de cinco elementos caídos en el 13 de noviembre del año pasado, quien en una persecución, la camioneta volcó y perdieron la vida en cumplimiento de su deber.
Caracterizadas como catrinas, dos de ellas destacaron que forman parte de un equipo de trabajo donde se apoyan en diferentes formas. “Además de esto tenemos clases de bachillerato para las damas que aún no han terminado y también para los militares varones que no han terminado este nivel de educación”, dijo Mayela Raquel Galvis.
“Tenemos también un taller de corte y confección, corte de cabello para que las damas aprendan a cortar el pelo a sus niños y esposos. Taller de cuenta cuentos para los niños. El voluntariado de Gómez Palacio elaboró este altar en cada uno de sus elementos”.
Las catrinas fueron las encargadas de detallar que había en este altar. “En sus orígenes el punto central del culto de los muertos fue la creencia que las almas de los difuntos regresarán al inframundo”.
Cada detalle fue cuidado minuciosamente, como los arcos de color de cempasúchil en un camino de varios metros y que en el altar representa la entrada al mundo de los muertos.
También hay aserrín, el cual significa la famosa frase “polvo eres y en polvo te convertirás”.
La flor de cempasúchil es otro elemento clave que se encontraba de principio a fin en esta ofrenda, “Se utilizaron pétalos para hacer caminos y guiar las almas de los difuntos hacia los altares y marcar el camino de regreso. Así como los sietes niveles del altar que simbolizan los pasos necesarios para llegar al cielo y así descansar en paz”.
También estaban los perros o Xoloitzcuintle que simboliza la guía de las almas de los difuntos que viajan al Mictlán.
El papel picado también fue elaborado por ellas y éste representa el aire como uno de los cuatro elementos que debe estar presente en cualquier ofrenda.
La sal, la que sirve para que el alma llegue hasta el altar y pueda sanar sus culpas. El agua que se ofrece a las almas para que mitiguen su sed después de un largo recorrido. La sal, misma que sirve para que el cuerpo no se corrompa en si viaje de ida y vuelta.
No podían faltar las velas, que significan la luz, la fe y la esperanza.
El copal e incienso, es el elemento que sublima la oración o alabanza. El espejo que se coloca para que el difunto se pueda ver el reflejo de sus dudas. Jabón y toalla su coloca por si necesita el difunto lavarse las manos después de un largo viaje.
Los dulces de calabaza, que significa la paz en el hogar y la firme aceptación de compartir los alimentos. El petate, funciona para que las almas descansen en él; el retrato para recordarlos y el pan de muerto, el cual la iglesia lo presenta como cuerpo de cristo.
