Aún cuando son expuestos a las inclemencias ambientales, el trabajo del pepenador pasa desapercibido para las clases sociales, cuando es una tarea tan importante en el país, porque hacen lo que otros no pueden o se niegan, asumió Antonio Frausto Rodríguez, dirigente del Focep-Fat en Gómez Palacio.
Admite además que la pobreza y el bajo nivel de preparación académica, los obliga a autoemplearse en la pepena y por la falta de oportunidades en otras áreas o sectores laborales.
Denuncia además que han recurrido con el director de Servicios Públicos Municipales, Leopoldo Jiménez Mercado para que les ayude a mejorar los salarios ante el concesionario del relleno sanitario quien paga por la recolección de plástico, madera, cartón, aluminio y fierro, pero todo ha quedado en promesa.
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"Fuimos en comisión el pasado mes de diciembre para pedirle también que reconozca al pepenador como trabajador ecológico, pero nunca habló con el concesionario del relleno sanitario y mientras tanto seguimos caciqueados, aunque no sabemos qué intereses se persigan, porque el compromiso fue ayudarnos, ya que un empleado de esta naturaleza, gana de 60 a 80 pesos diarios y por supuesto que con 640 pesos a la semana, pocas veces se puede subsistir, de ahí que también busquen pepenar en algunas calles de la ciudad".
También afirmó que cualquier concesionario del relleno sanitario en turno, se convierte en empresario rico a costas del pepenador quien trabaja todo el día sin mucha utilidad.
El dirige 70 pepenadores, pero sólo son 40 activos, ya que la edad de trabajo fluctúa entre los 30 a los 60 años de edad y los de 65 y más poco rinden en el campo laboral.
El líder del Frente Obrero, Campesino, Estudiantil y Popular-Frente Auténtico del Trabajo, aseguró que están expuestos a la explotación y marginación, cuando son los que eligen la basura orgánica y antiorgánica exponiéndose a enfermedades contagiosas, al calor y el frío, sin embargo, son los que le salen al "toro" por la necesidad de subsistencia.
"Pero son mal pagados pese a las duras jornadas en la pepena y es por ello que seguiremos luchando por mejores prestaciones y por un cambio socio demográfico.
"Creo que debe haber algunas consideraciones con ellos porque carecen de prestaciones y son presa de la desigualdad por la tarea informal que realizan dedicado a la recolección de residuos sólidos, que por supuesto, es una de las peores formas del trabajo informal", subrayó.
Este fenómeno laboral que data de los años 60's, engloba gente con un nivel educativo menor a la primaria y a pesar de alta rotación que hay en el relleno sanitario perciben salarios menores a los mínimos legales.
Y a pesar de la alta propensión a enfermedades contagiosas y habitar viviendas marginadas, esto no obsta para que puedan alcanzar una vida digna con la ayuda de todos, concluyó.
