El sacerdote Julio Carrillo afirma que estamos hechos para creer y por ello está convencido que la designación del nuevo obispo es de Dios.
“No aspiro a ocupar ese cargo, porque hay mejores perfiles y quien supla a nuestro querido Fortunato Álvarez, deberá tener la anuencia del Papa y la bendición del creador”.
No niega que tenga experiencias religiosas y espirituales y que vaya en evolución como lo exigen los cánones católicos, pero dice hay que cumplir con el protocolo religioso para designar al nuevo obispo, a quien se hará cargo de la Diócesis de Gómez Palacio.
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Todo inicia a través de una consulta, incluso con los mismos feligreses de La Laguna de Durango, aunque también se requiere de la opinión de sacerdotes y religiosos para encontrar el perfil idóneo.
“Mientras tanto, estamos pacientes y trabajando al mismo ritmo para dar respuesta a la demanda católica y por el momento, insisto, no aspiro a suceder a don Fortunato Álvarez”.
DEVOCIÓN
Por otra parte, admitió que cada vez hay más visitas a la basílica Santa María de Guadalupe, ya que ahí fue colocada la timba del ex obispo Fortunato Álvarez.
Aún hay pesar y devoción y esto nos congratula, porque hemos comprobado que era querido por los fieles.
Carrillo Gaucín se interpretó de manera humilde y sencilla, porque reitera que no aspira ser obispo, pero que la dará tiempo al tiempo.