Gómez Palacio, Durango.- Ni hemos buscado las líneas para provocar y con ello tener un gobierno represivo, porque Marina Vitela, candidata electa por Gómez Palacio, es respetuosa de investiduras, privilegiando a cambio el diálogo y la búsqueda de los recursos para que a los gomezpalatinos les vaya bien, entre ellos los más importantes para combatir el arsénico en el agua y concluir el Hospital de Especialidades y Oncología, de suma utilidad para fortalecer la salud.
Omar Castañeda González, quien fue electo síndico municipal en la planilla de la alcaldesa electa, añadió que es una vergüenza de que los principales colaboradores del gobernador José Aispuro Torres, se haya dedicado a echarle porras en lugar de atender las problemática de la sociedad que fue en busca de soluciones.
También es criticable el desplegado firmado por funcionarios y regidores del ayuntamiento, quienes con señalamientos tendenciosos confunden a la ciudadanía, cuando hubo reclamos por parte de personas que fueron de Dinamita y del 7 para protestar contra Chemours, mientras que otros rechazaban a gritos el gasoducto y los maestros reclamaban el pago de sus quinquenios y los pacientes del ISSSTE se quejaban por la falta de hemodiálisis.
Marina Vitela viene dispuesta a armonizar y a gobernar para todos sin partidismos y porque sabe escuchar
Omar Castañeda, síndico municipal electo
“Y no es porque Marina Vitela los haya arengado, sino que se trata de problemas añejos, de los que todos sabemos y que no han encontrado alguna solución por la pasividad con que se conducen quienes deben resolver”, dijo Castañeda González.
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El próximo síndico municipal, estuvo acompañado por Juan Avalos, René Galindo y Carlos Rosales, quienes también colaborarán en el gobierno municipal de Marina Vitela.
Comentó además en lo que se refiere a la visita de Andrés Manuel López Obrador, que no se puede rasgar las vestiduras de 6 meses, cuando por años México ha estado en el abandono y por ello no se valen las críticas en contra de un presidente de la república que busca el bien colectivo y el bienestar de los más pobres, de los que siempre han mirado pasar el dinero de una mano a otra.