Gómez Palacio, Durango. - Los locatarios del mercado José Ramón Valdez de Gómez Palacio, han resentido ya los efectos de la emergencia sanitaria, al grado de que se han cerrados hasta 37 locales por la falta de clientes, mientras que otros abren unas cuantas horas, luego que también hay miedo a un contagio.
"Cierto, la contingencia generada por el Covid-19, obligó a las autoridades de los 3 niveles de gobierno a tomar medidas drásticas e implementarlas en todos los estados y municipios del país y lo aceptamos, pero nos está pegando duro en lo económico por las escasas ventas", dijo el líder de los locatarios, Adrián Santiago Sánchez.
“El potencial de clientes de la zona urbana y ejidal se redujo notablemente, pues muchos compran aunque más caro en la tienda de a un lado o en los supermercados y siendo así, buscaremos apoyos para subsistir, porque nuestras familias también comen y tomar productos de nuestro negocio sin ganancia, es irnos a la quiebra”, añadió.
Quizá algunos busquen el préstamo de 3 mil pesos que ofrece el gobierno del estado, porque la situación económica se tornará en un mes más complicada, de acuerdos a los especialistas.
El presidente de la Unión de Locatarios de este mercado, tras el recuento de ventas en un mes, dijo que los ingresos y egresos no empatan, "la demanda de compra es mínima pese a las ofertas, y hasta el momento bajaron hasta en un 70 por ciento, lo que provocó que algunos locales hayan sido cerrados por sus propietarios”.
Apuntó que otros locatarios, han optado por abrir una o dos horas, " pues hay quienes inician labores desde las 10 de la mañana y tan solo atienden de uno o dos clientes, porque desde hace un mes se redujo la afluencia de clientes al mercado y ante esta situación hay pérdidas económicas que repercute en nuestras familias".
Añadió que la mayoría de los comerciantes tienen a la venta productos perecederos como frutas, legumbres, verduras, carnes, embutidos y algunos otros alimentos que requieren ser refrigerados para su conservación, "pero este edificio no tiene la infraestructura adecuada, de ahí que al no venderlos a tiempo, se echan a perder, lo que significa mermas".
Por otra parte comentó que al recortarse el horario de actividades comerciales por disposiciones de la Dirección de Prevención Social del Ayuntamiento, que es de las 8 de la mañana a las 5 de tarde, disminuyen aún más las ventas, debido a que algunos obreros y empleadas salen a las 6 de la tarde hora en que habitualmente hacen sus compras, no obstante cuando llegan el mercado ya está cerrado.
De los 185 locales que hay en este edificio, el 20% o más ya están cerrados por la contingencia del Covid-19, y el resto, trabaja para cumplir ante la sociedad, acatando todas las medidas de salud e higiene implementadas por las autoridades sanitarias tanto estatales como municipales.
Esperan pues un programa de emergencia de parte de los tres órdenes de gobierno, porque de seguir las pérdidas ya no tendrán capital para surtir y se verán obligados sino temporal, definitivamente a cerrar.