Muy poca respuesta ha tenido le llamado a la sociedad para que cambie armas en desuso o viejas, en el módulo de canje ubicado en la explanada de la presidencia municipal.
En este sentido, Ricardo Fontecilla Almaraz, titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, reiteró su llamado a la comunidad gomezpalatina, en especial a ciudadanos en posesión de armas de fuego, para que consideren la opción de canjear estos artefactos peligrosos por cantidades en efectivo y despensas.
El funcionario expuso que los resultados que arroja la operación del módulo de canje de armas de fuego durante las primeras semanas del presente año han sido muy limitados en comparación con los números del año previo, por lo que optó por promover el canje a través de los diferentes medios a su alcance, acción que supone no solo un beneficio económico y de apoyo a la familia sino también la posibilidad de conjurar riesgos a la integridad de las personas.
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El jefe de la Policía en Gómez Palacio informó que, del 28 de enero al 03 de febrero, el módulo que está instalado en la explanada de la presidencia municipal arrojó por resultado el canje de dos armas cortas y una larga, representando el beneficio de una suma de 6 mil 500 pesos más tres despensas a quienes entregaron dichas armas de manera voluntaria y sin ningún tipo de investigación ni cuestionamiento.
En 2018, en dos fases de este programa de canje, desarrolladas del 29 de enero al 29 de marzo y del 03 de octubre al 23 de diciembre, los resultados arrojaron la entrega de 11 granadas, 53 armas cortas, 19 armas largas y 6 cargadores, lo que representó un pago en efectivo a modo de compensación por 157 mil 400 pesos aportados por la Secretaría de la Defensa Nacional, además de 83 despensas.
En base a lo anterior, Fontecilla Almaraz fue enfático en su invitación a quien tenga un arma a que considere desprenderse de ella y recibir entre 500 y 3 mil 500 pesos, según el tipo y condiciones de ésta, además de una despensa; pues estas armas retiradas son inmediatamente destruidas por personas del Ejército Mexicano y dejan de representar un riego para sus poseedores y un posible instrumento de violencia o delitos.