Gómez Palacio, Durango. - La Recicladora Laguna que se ubica por la avenida Urrea, cuyas instalaciones traseras también colindan con la calle Argentina de la colonia Ampliación Santa Rosa, de Gómez Palacio, desde que inició la emergencia sanitaria ha incumplido con las medidas de prevención, según lo denuncian algunos vecinos encabezados por José Luis Garay.
Esta empresa, que se encarga de la recepción de plástico, cartón, papel y otros, trabaja día y noche sin cumplir con las restricciones emitidas por la Secretaria de Salud Federal, que son las de mandar a sus empleados a casa con sueldo pagado, ya que de acuerdo a la versión de algunos de ellos, cuenta con el suficiente potencial económico.
"Pero si no fuese así, quienes ahí laboran no cuentan con cubrebocas ni guantes necesarios para cumplir con sus labores", dijo.
Los dueños (familia Díaz Couder), tienen más de 30 años trabajando en ese lugar, que de acuerdo a los vecinos, el terreno que ocupa la recicladora en un principio fue destinada para áreas verdes, pero por triquiñuelas y la amistad que les unía con algunos alcaldes de la época lograron quedarse con ese espacio.
Pero además del ruido que hacen en la descarga y carga de trailers, el lugar luce sucio, porque por doquier hay botellas de plástico tiradas, incluso por la calle Argentina, frente a una escuela, el montón de basura, representa un foco de infección.
Otros de los problemas que causa este negocio, es el embotellamiento diario que se provoca por la avenida Urrea, al vararse cantidad de vehículos cuando los camiones buscan entrar en reversa por la reducida entrada de la recicladora, denunció.
Esto, ha provocado varios accidentes, de los cuales los dueños se niegan a pagar, dijo.
"De nada sirve el esfuerzo por convocar a los propietarios de los demás negocios a quedarse en casa, si en éste se violan las reglas y se incumplen las instrucciones de salubridad para evitar los riesgos, si contamina diariamente, entorpece el tránsito y pone en riesgo a sus empleados y por ello pedimos la inmediata intervención de Protección Civil a fin de observar si cumple con las rutas de evacuación, salidas de emergencia y extintores, así como la inspección de Ecología, para que compruebe si cumple con las disposiciones de medio ambiente”, subrayó.
"El ruido de los montacargas, descargando y cargando pacas, también es el pan de cada día, lo que ocasiona el enojo de los vecinos y en este sentido, también se debe cumplir con los decibeles adecuados o permitidos, caso contrario, que también se apliquen las multas correspondientes, como se hace con otros negocios, concluyó.
