Gómez Palacio, Durango.- “La propuesta de recortar los recursos públicos que reciben los partidos políticos debe tomarse con cautela. Llevarla a cabo de manera oportunista y con el único argumento de la austeridad podría debilitar a las instituciones democráticas, ocasionar distorsiones a nuestro sistema electoral y resultarnos más caro a los mexicanos”, dijo el presidente del PRD en el municipio, Cecilio Campos Jiménez.
La idea es buena pero conlleva riesgos. Es bien vista por la ciudadanía, que exige acabar con los derroches y que se utilice mejor el presupuesto nacional, pero tan importante es atender las necesidades sociales, como contar con un sólido y funcional sistema electoral y de partidos, expuso.
Campos Jiménez aseguró además que Impulsada por MORENA en la cámara de diputados, se discute la iniciativa de reducir en un 50 por ciento las prerrogativas económicas de los partidos, que de ser aprobada por el pleno, dejarían de percibir 2,500 millones de pesos el año entrante.
“El más beneficiado sería el partido en el gobierno federal, pues aun con el eventual recorte, seguiría disponiendo de la mayor cantidad de recursos para sus actividades con 851 millones, muy por encima del PAN con 468 millones o el PRI con 440 millones, y tendría una gran ventaja respecto de la oposición, ya de por si disminuida en su financiamiento público debido a los resultados de 2018”.
Con esto se ocasionaría un escenario político de más inequidad, y de manera preocupante se abre las puertas a la injerencia de grupos con poder económico, tanto lícito como ilegal, aseguró.
Pero la política se debe practicar de forma digna y austera. Es un reclamo ciudadano, pero el debate y la decisión de acotar los fondos para los partidos y las instituciones electorales, tiene que responsable y sensato, abundó.
Le recomendamos leer también:
No sólo se trata de congraciarse con la población, o de sacar ventaja debilitando a los competidores. Hay que buscar que los costos que genera sean razonables, transparentes, y que los partidos cumplan eficazmente su función para el fortalecimiento de la democracia. “no se afectar su capacidad operativa y se tiene que garantizar su autonomía económica, de lo contrario saldrá más caro el caldo que las albóndigas. Los recursos que se pretende ahorrar con la reducción a los institutos políticos, representan el 0.04% del presupuesto del país, es un porcentaje quizá menor comparado con lo que cuesta”.
La enorme estructura burocrática creada para centralizar los programas federales, compuesta por miles de "siervos de la nación", delegados regionales y súper delegados estatales, que reciben sueldos que van desde más de $8,000 a casi $30,000 mensuales.
El financiamiento público es esencial para nuestro sistema político, es fiscalizable, equilibra las condiciones de los procesos electorales, y es indispensable para la independencia financiera de los partidos, concluyó.
