Gómez Palacio, Durango. - A pesar de que siempre han existido acusaciones, quizá sin fundamento, sobre lo que la iglesia católica lucra con el dinero, al respecto nacen algunas interrogatorias: ¿De qué vivirá mientras duren los efectos de la pandemia? ¿Cómo le ha hecho en estos 22 días en que se cerraron las puertas de los templos?
El sacerdote y vicario general de la Diócesis en Gómez Palacio, Julio Carrillo Gaucín, nos da las repuestas: "También damos servicios religiosos, pagamos sueldos a nuestros hermanos empleados, se cumple con el IVA, además de que las iglesias están sometidas a las normas de información financiera, así que debo decir a muchos, que en medio de su pobreza, apoyen a sus sacerdotes”.
Las iglesias y parroquias son obligadas a llevar una contabilidad y tienen un contador, el cual consigna las cuentas que representan las actividades parroquiales y mientras, resguardan el dinero en una caja fuerte o en un depósito.
Carrillo Gaucín, apuntó, que se cumple con el sueldo de los sacerdotes y empleados y los tributos que les correspondan, aunque algunas están exentas del pago del impuesto predial por el comodato que acuerdan con las autoridades municipales.
Es por ello, que hace un llamado a la feligresía luego de que la iglesia católica también enfrenta una situación complicada al dejar de recibir las ofrendas económicas dominicales y de entre semana.
Por la crisis sanitaria que se vive en México, recordó, la iglesia católica suspendió la celebración de las misas para evitar la concentración de personas en masa y con ello evitar posibles contagios del covid-19 entre los fieles católicos.
Con las limosnas se sostiene el clero y a sus ministros, porque tampoco hay que olvidar que su apostolado, en formas y distintos ámbitos de la vida se dedican también a la conservación de los templos y obras.
Se igual manera realizan acciones pastorales, caritativas en adultos mayores, de promoción social y creativas en bien de los niños y adolescentes.
"Estamos en la etapa más difícil de la pandemia, pero confiamos en Dios que se desaparezca pronto, y por ello oramos constantemente para que la humanidad se salve con la ayuda del Todopoderoso, pero que también la ciudadanía realice su parte en las recomendaciones de no salir de sus casas y favorecer la higiene", dijo.
Expuso que en la administración de la Diócesis, se cuenta con 7 trabajadores, a quienes se les sigue cumpliendo con sus sueldos, "pero la situación se torna más complicada, sin embargo, no se va a despedir a nadie en este sentido".
Sostuvo que afrontan pagos por servicios básicos y de la despensa para los sacerdotes, por lo que al no recibir ingresos de las limosnas, la iglesia sufre al igual que el pueblo, "pero vamos a seguir hasta donde se pueda".
Por todos estos problemas financieros, reiteró su llamado a la feligresía para que aporten aun cuando estén en aprietos económicos, porque hasta con un peso, pueden apoyar a sus sacerdotes”, agregó.
" Aun así, debemos seguir unidos para vencer este virus lo más pronto posible”, subrayó.