Gómez Palacio, Durango.- Un promedio de 700 a mil cajas diarias cargan a un camión dos veces al día, los empleados de la Embotelladora Coca Cola, quienes a cambio reciben un sueldo raquítico que no llega a los 130 pesos, de ahí que 30 de ellos haya realizado un paro de actividades en demanda a que les reduzcan las horas de trabajo o aumenten el sueldo.
Sin bien es cierto que ganan comisiones, no es lo suficiente por las jornadas de 15 horas de trabajo diariamente, ya que entran a las 6:45 de la mañana y salen hasta las 22:00 horas de ese mismo día, dijeron los afectados, quienes conservaron sus nombres en el anonimato, (conservamos su plática telefónica).
Se quejan además de su sindicato el cual está afiliado a la CTM, el cual no ha movido las manos para impedir el trabajo diario, permitiendo así la explotación laboral, de ahí que ayer mismo hayan entrado al dialogar con Ernesto Gallegos, jefe de Recursos Humanos, a fin de lograr un acuerdo conjunto.
Los quejosos prefirieron conservar su anonimato por miedo a represalias, sin embargo, seguirán empeñados en que les aumenten el sueldo
“No tratamos de lesionar la marca que nos da trabajo, pero sí es necesario pedir un aumento de sueldo, ya que cargar dos veces al día con 700 o mil cajas de refrescos, es mucho para tres empleados, el que maneja el camión y dos más”.
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Francisco Ochoa Violante, es el Secretario General del Sindicato de Embotelladores, no obstante, ha hecho caso omiso de los problemas que a diario suceden, solapados por el Jefe de Recursos Humanos, que por lógica, está del lado de la empresa, dijeron.
Un sueldo de menos de 130 pesos no es el adecuado para quienes realizan una labor similar a la de nosotros, así que por ello protestamos, ya que se nos hace injusto que otros por estar sentados ganen hasta 4 ó 5 mil pesos por semana, expusieron.
El paro de actividades lo mantuvieron desde las 7:00 de la mañana hasta el mediodía, luego que fueron llamados por los representantes de la empresa para tratar de negociar, subrayaron.
Entre los 30, hay antigüedades de 2 hasta 6 años, por lo cual temen sean despedidos por levantar la voz, aunque apelan a la buena voluntad de los empresarios, porque añaden, sólo están pidiendo lo justo.