Un ultimátum dio la presidenta municipal Leticia Herrera Ale, a los poseedores de lotes baldíos (un 25% de 1,400 que existen), señalando de plazo una semana para que los limpien, les coloquen bardas o de lo contrario entrarían a un proceso de embargo.
Ayer en un acto que sostuvo en la colonia Filadelfia, la alcaldesa advirtió que no tolerará más omisiones y oídos sordos de quienes tienen terrenos y no los embardan ni los limpian.
“Por lo tanto, se endurecerán las acciones legales en su contra, a fin de que estos sitios no se conviertan en puntos atractivos para vándalos y delincuentes en las colonias urbanas, tras no contar con una barde o se utilicen a la vez como basureros”.
Por ello, luego de escuchar las quejas de los vecinos de la colonia Filadelfia, Herrera Ale, instruyó al director de Ejecución Fiscalm, Cuauhtémoc Ontiveros, para que realice un estudio en conjunto con la Dirección Jurídica y revisar los alcances legales para actuar contra los propietarios de estos lotes y que de ser necesario proceder a su embargo para su uso colectivo (áreas verdes y de entretenimiento).
Fue tajante al aclarar que aquellos propietarios de lotes baldíos que han incumplido con el programa de regularización al que fueron convocados desde principio de año no tendrán más consideraciones de parte del Municipio.
Los vecinos solicitaron la intervención urgente de Leticia Herrera, para atender el problema de los terrenos baldíos, ya que se han convertido en aliados de los delincuentes al brincarse a las casas y salir por ahí una vez que han atracado los hogares, además de que se han convertido en tiraderos clandestinos de perros muertos, basura y otros desechos.
Es por ello que se comprometió al grado de lanzar un ultimátum a los dueños que no cumplan con los ordenamientos municipales para limpiar sus terrenos y de ser posible limpiarlos o de lo contrario se procederá en su contra por la vía legal y de ser posible se llegará al embargo.
Los predios que sean sometidos a ese procedimiento, una vez adjudicados al Ayuntamiento, serán devueltos a la comunidad para convertirlos en plazas públicas, áreas de recreo, techumbres y con ello dar certidumbre y seguridad los vecinos aledaños de este sector.
