Gómez Palacio, Durango. - Desde las 8 de la mañana, varios sacerdotes esparcieron la ceniza en la cabeza de los feligreses en lugar de imponérsela en la frente.
En la Diócesis de Santa María de Guadalupe de Gómez Palacio, se cuidaron los protocolos sanitarios y la sana distancia para evitar el contagio por Covid-19 y lo mismo ocurrió en otros templos de este municipio.
El padre Julio Carrillo, vicario general de la Diócesis, dijo que desde muy temprano celebraron el miércoles de ceniza, como preámbulo de la Semana Santa y que por lo tanto son tiempos de oración, de ayuno y de reconversión.
Decenas de feligreses acudieron a las iglesias para dar paso a este compromiso religioso.
Tras recibir la ceniza en la cabeza, los feligreses admitieron entre rezos que polvo somos y en polvo nos convertiremos.
Esta nueva modalidad se lleva a cabo con el fin de evitar los contagios, de ahí que también se haya cuidado la capacidad, permitiendo sólo un 50 por ciento y llevando la sana distancia a dos metros de retirado.
Con la imposición de la ceniza este miércoles, se da paso a la cuaresma, es decir, a la preparación para la pascua, la cual se convierte a la vez en tiempo de penitencia y ayuno, que nos sirve para acercarnos a Dios.
Inician a la vez los 40 días en que la iglesia llama a los feligreses católicos a la conversión y prepararse también a vivir los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo en la Semana Santa.
DATO
Ahora la ceniza se esparció en la cabeza del feligrés en lugar de la frente.