Gómez Palacio, Durango.- La representación de la pasión, muerte y resurrección de Cristo reunió a cuando menos 6 mil personas quienes desde las calles o techos de sus casas observaron a más de 50 jóvenes en acción y algunos 150 voluntarios, quienes fueron parte del Viacrucis Viviente organizado por la iglesia Santa Rosa en la colonia del mismo nombre.
Este acto propio de la iglesia católica llamó a la reflexión y para perdonar errores, pues hay que recordar que el Mesías ofrendó su vida derramando su bendita sangre en la cruz para salvarnos de nuestros pecados.
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El Viacrucis Viviente en su 82va edición y el cual regresó después de dos años de ausencia por la pandemia, comprende las escenificaciones de los pasajes de la vida de Jesús de Nazareth quien murió en el Monte Gólgota por decirse Rey de los Judíos.
La procesión se llevó bajo un marco de seguridad ya que se contó con el apoyo de la Policía, Tránsito Municipal, Proyección Civil y Cruz Roja quienes se mantuvieron a la expectativa de cualquier incidente o accidente.
Excelente la organización al frente del sacerdote Dagoberto Sifuentes Favela, quien tuvo el apoyo de Lizeth Carretero quien desde enero preparó a los jóvenes actores.
El evento católico convocó a miles de personas que se reunieron a un costado de la parroquia para recibir a la procesión tras un trayecto de 2.5 kilómetros.
La pasión de Cristo inició a las 10 de la mañana en la calle Corona para luego llegar al cruce de la Zaragoza, más tarde pasar por la Cuauhtémoc y finalmente dar vuelta a la izquierda para llegar a la Auza donde se colocó finalmente el templete donde fue crucificado Jesús cerca de un árbol donde se ahorcó Judas Iscariote.
El Viacrucis es el camino señalado y representa los pasos de la pasión del Nazareno rumbo al calvario luego de caer tres veces cargando la cruz.
Hubo fervor y pasión entre los creyentes, quienes atiborraron los alrededores de la iglesia Santa Rosa y realismo en el cuadro de actores.
Mención especial merece el joven de 23 años Cristian Lara Hernández, quien pese a ser su primer año logró cargar la cruz de 25 kilos de peso, soportando desde el trayecto hasta el final una cuantiosa cifra de latigazos tras representar a Cristo en esta procesión que culminó cerca de las 13 horas.
La vendimia estuvo hasta su máxima expresión, pues se ofrecían por doquier frituras, elotes, churros tacos, gordas y agua natural y de sabores.
No hubo incidentes que lamentar y en este espacio hay que reconocer el trabajo de las damas y jóvenes de Protección Civil, quienes abastecieron de agua a quien lo necesitara.
Este sábado es día de duelo o de gloria y finalmente el domingo es de pascua, fecha en que se celebra la resurrección de Cristo, concluyendo así las celebraciones de Semana Santa.
