Las tierras propiedad de don Juan Nava, que se están disputando con el Grupo Orlegi, son un legado familiar que se ha heredado por generaciones. Don Juan también fue sucesor de la parcela que por derecho le corresponde a la familia de ejidatarios y en donde ahora se encuentra construida una parte del Territorio Santos Modelo (TSM).
Sus hijas están en el proceso legal correspondiente y, aunque ya no se pueden recuperar físicamente, consideran justo recibir el pago por la propiedad de la parcela que pertenece a su familia. Esta parcela de 2.4 hectáreas se ubica en el ejido Paso del Águila, en Torreón, Coahuila. Eran productivas cuando don Juan vivía; en ellas siempre se sembró algodón, uno de los cultivos más importantes en la Comarca Lagunera. Sin embargo, tenían poco tiempo sin labores debido a las dificultades que ya enfrentaba el ejidatario para trabajar.
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“Esas tierras eran de los papás de mi papá y suponemos que desde antes; él fue el sucesor y luego yo soy la sucesora de él. Así que los derechos de esas tierras han ido pasando por generaciones, pero él tenía los derechos de esa parcela por herencia de mis abuelos, quienes las tuvieron antes y trabajaron esa superficie por mucho tiempo”, comentó Reina Nava, hija de Juan.
Ella es la sucesora ejidal a quien actualmente pertenecen estas tierras. Don Juan falleció y los derechos le fueron transferidos como corresponde. Sin embargo, al tener poco tiempo sin trabajar la parcela debido a la discapacidad de su padre, ya no continuó con las labores productivas, y al poco tiempo, se vieron despojados del terreno.
“Fue un poco antes de que falleciera que mi papá dejó de trabajar la tierra, porque él ya se encontraba discapacitado y no podía trabajar. Fue muy poco tiempo en el que yo tuve la propiedad y no me quedó tiempo de volver a trabajar la parcela, porque muy pronto comenzó todo esto, luego ya mi papá falleció”.
Despojo Sorpresivo
Su hermana Vanessa Nava, otra de las hijas de Juan, explicó que no les dio tiempo de nada. Las tierras no entraron en función porque, en muy poco tiempo, ya habían sido acaparadas por el Grupo Orlegi, que en 2008 comenzó la construcción del complejo deportivo TSM.
“Fue muy poco tiempo porque mi papá ya no podía trabajar. Se dejaron de usar y, prácticamente, de un momento a otro, se aprovecharon de esto. Fue precisamente porque estaban construyendo ya sobre el terreno que nos dimos cuenta”, dijo Vanessa.
Vanessa explicó que un día de ese año 2008 se percataron de que estaban trabajando en una obra de construcción justo en la superficie que le corresponde a la familia Nava. Fue entonces cuando descubrieron el fraude que se hizo con esas tierras que su padre nunca le cedió al grupo, propiedad de Alejandro Irarragorri.
“De hecho, uno de mis hermanos se lo comentó a mi papá y fue cuando decidieron él y mi hermana iniciar la demanda por los derechos de esas tierras”, comentó Vanessa.
Además, dijo que su padre no pudo haber leído y firmado ese convenio de enajenación de derechos parcelarios debido a su condición de invidente. “Es más, mi papá ni siquiera sabía firmar, y tampoco es verdad que alguien fue notificado. Ninguno de nosotros, ni mi madre, que ya había fallecido, fue notificado”, agregó. “Decían que ella había firmado, pero ella ya había fallecido desde 1996”.
Solo Piden lo Justo
Las hermanas Nava solo buscan justicia, ya que aseguran que su padre no firmó ningún convenio, no solo por su condición, sino porque no estaría de acuerdo con ceder su superficie. Además, señalan que él no hubiera renunciado a sus tierras y mucho menos habría hecho algún trato sin comunicarlo a ellos, sus hijos.
“Nunca hubo una comunicación con él; no sería viable que realmente él hubiera hecho ese trato con nadie. Definitivamente, no habría hecho nada por debajo del agua”, concluyó Vanessa.
Cabe recordar que están en espera de que el Tribunal Agrario emita la sentencia definitiva, en atención al amparo concedido por el tribunal colegiado, quien falló a favor de la familia Nava para que se realice el pago correspondiente por las tierras.
Este miércoles 14 de agosto, las hermanas Nava acudieron al Tribunal Agrario del Distrito 6 con sede en Torreón, acompañadas de su representante legal, Alfredo Ochoa, para ver en qué sentido se encontraba la sentencia. No han resuelto todavía, pero se espera que el viernes tengan alguna noticia al respecto.
