En Durango un padre y su hijo iban caminando y se toparon a quien, ellos aseguran les había robado un celular, por lo que entre los dos lo sometieron.
Cuando se disponían a entregarlo a la policía, fueron interceptados por oficiales y el detenido los acuso de secuestro, por lo que procedieron a llevárselos arrestados.
Todo esto, se debió también a que fueron varias personas quienes alertaron a las autoridades por una posible privación de la libertad.
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Ante este hecho, se activó el código rojo y metros antes de llegar a la estación de Policía, les cerraron el paso y los arrestaron, ya en los separos, padre e hijo declararon que el hombre que habían detenido ellos, les había robado un celular el pasado 4 de agosto, lo que no pudieron demostrarle al presunto ladrón.
De tal forma y después de que el sospechoso no presentó denuncia alguna, un juez dictaminó un pago de 3 mil para padre e hijo, cantidad que le fue entregada al presunto ladrón.